"Mujer de valor"
Nacida en Berlín hace 46 años, protestante e hija de un soldado del Ejército alemán, Beate Klarsfeld se ha convertido en un símbolo del movimiento antinazi. En 1960 llega a París, donde conoce a su marido, Serge Klarsfeld, un judío francés cuyo padre murió en Auschwitz en 1944. En la actualidad tiene dos hijos -Arno y Lyda-, con los que reside en la capital francesa.El 7 de noviembre de 1968 abofeteó en pleno congreso democristiano en Berlín al entonces canciller Kurt-Georg Kiesinger, acusándole de nazi y pidiendo su dimisión. Fue condenada a un año de cárcel. Durante los últimos 18 años ha investigado el paradero de numerosos criminales nazis y entregado a la justicia a varios. Demostró en 1970 que el díputado europeo Ernst Achembach intervino durante la guerra en la deportación de judíos franceses; desenmascaró a Kurt Lischka, jefe del servicio antijudío de la Gestapo en el III Reich; descubrió a Herbert Hagen, superior de Adolf Eichmann, y localizó en Bolivia a Klaus Barbie, el carnicero de Lyon, que se escondía bajo el nombre de Klaus Altman y que este año será juzgado por la justicia francesa.
Comparte con su marido, abogado e historiador, un despacho en París y acumula decenas de informes en el suelo y la chimenea. Definida por Golda Meir como "mujer de valor", Beate Klarsfeld ha sido detenida en Bolivia, Chile y Alemania durante sus campafías antinazis. Su coche fue destruido por una bomba en París -en 1979-, recibió posteriormente un paquete explosivo en su domicilio y, según manifiesta, todavía es objeto de reiteradas amenazas telefónicas. Preside una fundación que lleva su nombre.
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