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Reportaje:

Mario Soares anuncia su intención de dimitir

El primer ministro de Portugal, Mario Soares, anunció anoche su intención de dimitir de su cargo. El jefe del Gobierno ofreció, no obstante, su colaboración para una solución de la crisis. En una alocución al país por radio y televisión, el dirigente socialista portugués hizo recaer toda la responsabilidad de la ruptura de su coalición con el Partido Socialdemócrata (PSD) sobre la nueva dirección de este partido. Sin nombrarlo, Soares acusó al nuevo presidente del PSD de haber precipitado a Portugal en una "crisis grave, sin ponderar sus consecuencias" y por meras razones "afirmación personal". Soares dijo que ha informado al presidente, Antonio Ramalho Eanes, de su decisión, pero que aún no había ofrecido su dimisión formal.

Soares habló al país tras una audiencia con Ramalho Eanes, al que informó haber recibido ya las cartas de dimisión de todos los ministros y secretarios de Estado del Partido Social Demócrata (PSD) que integraban su Gobierno. Los dirigentes del PSD decidieron salirse del Gobierno hace una semana, tras un conflicto sobre política agraria y laboral. Soares ejerce de primer ministro desde el 9 de junio de 1983 y su Gobierno es el de más larga duración desde la revolución de abril de 1974.Para el secretario general del Partido Socialista, no existe en el cuadro del actual Parlamento portugués ninguna mayoría alternativa y la solución más lógica de la crisis sería la disolución de la Asamblea por Ramalho Eanes y la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas. Fuentes políticas señalan que la dimisión de Soares podría ser el primer paso en su esperada campaña presidencial. El mandato de Ramalho Eanes termina al final de este año.

Es imposible, dijo Soares, prever los resultados de la consulta y hay que tener en Cuenta también la necesidad de ratificar lo más rápidamente posible el Tratado de Adhesión de Portugal a la Comunidad Económica Europea, firmado hace dos días.

Por estas razones, Soares se afirmó dispuesto a colaborar activamente en la solución de la crisis, que tendrá que ser encontrada de acuerdo con el presidente de la República. "El pueblo portugués sabe que siempre pudo contar conmigo en los momentos de dificultad" dijo Soares, que en otro momento de su discurso recordó que Alianza Democrática, la coalición socialdemócrata democristiana que gobernó Portugal de 1979 a 1983, se deshizo porque "algunos de los responsables de entonces, que se preparan ahora para volver a la escena política, abandonaron el poder ante la crisis que habían provocado".

Soares dijo que hablaba con "pena e indignación porque una solución en que creía y creo" ha sido temporalmente derrotada. Pero el líder socialista sigue pensando que únicamente la alianza entre los dos mayores partidos políticos portugueses -el Socialista y el Socialdemócrata- puede dar a Portugal la estabilidad política necesaria para la modernización dentro del contexto europeo.

Muy duro en sus críticas a la nueva dirección de PSD, Soares reafirmó públicamente su fidelidad al espíritu de la coalición y agradeció la colaboración que los ministros socialdemócratas dieron al Gobierno durante dos años. Colocándose por encima de su propio partido, Soares dijo que no participaría "en la cruzada contra un partido que respeto" y que trataría de impedir que el PS responda a la campaña agresiva lanzada contra él.

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El resto de la intervención del primer ministro dimisionario fue dedicado a un balance altamente positivo de su acción en el Gobierno. Soares lamentó que la crisis haya surgido "ahora que estábamos en condiciones de encarar un desarrollo prudente de nuestra economía y de mejorar las condiciones de vida del pueblo portugués".

Los siete ministros socialdemócratas, que ocupaban carteras fundamentales, entre ellas Defensa, Trabajo, Agricultura y Comercio, han anunciado que permanecerán en funciones el tiempo necesario para resolver la crisis. En esta situación ya se encontraban el viceprimerministro, Rui Machete, dimisionario desde el congreso nacional del PSD de mediados de mayo, y el ministro de la Calidad de Vida, Sosa Tavares, implicado hace dos meses en un escándalo de evasión de capitales.

Los socialdemócratas no se limitan a abandonar el Gobierno de coalición de Mario Soares, sino que también han anunciado que no apoyarán en el Parlamento otro Gobierno de iniciativa socialista.

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