_
_
_
_

Vida vegetativa

Cuando Karen Quinlan murió, en la noche del pasado martes, a consecuencia de una infección respiratoria, la única parte de su cerebro que permanecía activa era una pequeña zona de la base de este órgano, que regula funciones tales como el parpadeo. El resto de su cerebro no funcionaba. El electroencefalograma daba plano desde que Karen entró en coma hace 10 años. El estado de coma, aunque tiene diversos grados de gravedad y diversas posibilidades de recuperación, se caracteriza por un estado de sopor profundo con pérdida de la conciencia, la sensibilidad y la motilidad voluntaria.Solamente las funciones vegetativas mantienen en funcionamiento el organismo sin intervención de la voluntad. El coma es una complicación relativamente frecuente y las personas que lo sufren pueden permanecer con vida, en estado puramente vegetativo, durante años sin recuperarse.

Más información
Falleció Karen Quinlan, tras permanecer 10 años en estado de coma profundo

El estado de coma se suele dar como consecuencia de crisis de algunas enfermedades, como la diabetes, o de intoxicaciones producidas por el alcohol, los barbitúricos, etcétera, o también de traumatismos. En el caso de Karen, la causa parece haber sido una combinación de un tranquilizante lígero con abundante ingestión de bebidas alcohólicas durante una fiesta.

Tras casi 10 años en coma, su estado de salud se empezó a deteriorar hace cinco meses, por infecciones respiratorias, y hace seis días contrajo una neumonía que ha sido la causa del fallo respiratorio que provocó su fallecimiento.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_