Israel propone un diálogo sin condiciones previas con Hussein y palestinos de los territorios ocupados
El primer ministro israelí, Simón Peres, presentó ayer ante la Kneset (Parlamento) un plan de paz que ofrece negociaciones "directas, entre iguales y sin condiciones previas" al rey Hussein de Jordania y a representantes palestinos que no pertenezcan a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). El anuncio coincidió con la última fase de la retirada israelí de Líbano, confirmada por el propio Simón Peres.
Peres, que rechazó punto por punto el plan de paz jordano, presentó por primera vez un contraproyecto israelí, que estipula que en las negociaciones no deben participar "elementos opuestos a la paz con Israel", propone la participación de Estados Unidos y niega implícitamente la de la OLP. Su propuesta, en cinco fases, está orientada a desembocar, en el plazo de tres meses, en una conferencia entre Israel, Jordania y los palestinos.El primer ministro precisé las cinco fases del calendario de negociación proyectado por Israel:
1. Continuar las conversaciones informales entre Estados Unidos, Israel, Jordania, Egipto y representantes palestinos que no pertenezcan a la OLP.
2. Formar un comité restringido, integrado por delegados israelíes, jordanos y palestinos para preparar el orden del día de una conferencia entre estas tres partes, en la que también participaría Estados Unidos.
3. Obtener el apoyo de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) para que respalden estas negociaciones, "sin que ninguno de ellos tome parte en favor de uno u otro de los negociadores".
4. Nombrar "representantes palestinos auténticos" de Cisjordania y Gaza que sean "aceptados por todas las partes".
5. Celebrar una conferencia de paz, en el plazo de tres meses, en Estados Unidos, en Europa o en Oriente Próximo.
Devolución de Cisjordania
Entre los temas de esta conferencia se incluirá la devolución de gran parte de Cisjordania y Gaza, territorios ocupados por Israel en la guerra de los seis días de junio de 1967.Peres se declaró contrario a la propuesta jordana de negociaciones preliminares entre Jordania, una delegación palestina y Estados Unidos, así como a la celebración de una conferencia internacional con la participación de la Unión Soviética y China.
"Estamos convencidos", declaró Peres, "de que es posible decir a nuestros vecinos del otro lado del mar y del río Jordán que, a pesar de los obstáculos y las dificultades, es posible negociar directamente."
La retirada del Tsahal (Ejército israelí) de Líbano, confirmada por Peres ante el Parlamento, se inscribe en la primera fase del plan de paz israelí, según explicó el primer ministro. "El Estado de Israel se desentiende hoy de Líbano y de la política libanesa. Con lo que prueba que no tenía ninguna ambición territorial sobre este país, pese a las acusaciones hechas contra el Estado hebreo en el mundo árabe", concluyó Peres.
Los últimos soldados israelíes atravesaron la frontera haciendo sonar las bocinas de sus vehículos y cantando. De los camiones colgaban pancartas con la frase "Nunca más". La recepción estuvo marcada por el júbilo. Sin embargo, no todo fue algarabía y gozo. Horas antes de que el Tsahál completara su retirada, dos katiuskas, de fabricación soviética, fueron lanzados desde Líbano contra Moshav Shomera, un asentamiento de la región de Galilea. Los proyectiles, que cayeron en una plantación de manzanos, no provocaron víctimas ni daños considerables, pero los habitantes de la zona se lanzaron a los refugios antibombas. Según la Prensa israelí, sólo han quedado en el cinturón de seguridad creado por Israel en la zona de la frontera algunos instructores militares que sirven al Ejército del Sur de Líbano (ELS), del general Antoine Lahad.
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