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La milicia proisraelí secuestra a un coronel francés de la fuerza de la ONU en Líbano

La milicia cristiana proisraelí del Ejército del Sur de Líbano (ELS), que desde el viernes mantiene en cautividad a una veintena de cascos azules finlandeses de la ONU, secuestró ayer a un coronel francés, Jean Michel Bilemdjian, si bien lo liberó horas después, tras reconocer que se había tratado de un error. Al parecer, la llamada del ministro francés de Asuntos Exteriores, Roland Dumas, al primer ministro israelí, Simón Peres, fue decisiva para lograr la liberación del militar.El coronel galo, que el comandante en jefe de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL), general William Callaghan, había enviado al pueblo de Kantara como enlace con los secuestradores del ELS, es el segundo interlocutor que los milicianos proisraelíes apresan, ya que en la noche del sábado al domingo otro emisario finlandés había sido también hecho prisionero.

En total, el ELS, que cuenta con unos 1.500 hombres armados, entrenados y financiados por Israel que colocó al frente del miniejército al general jubilado. Antoine Lalid, tiene en sus manos a 21 rehenes, repartidos entre las localidades de Kantara y Adaisse.

Tres soldados finlandeses fueron liberados ayer de madrugada y Lalid prometió que el oficial galo también lo sería pronto, pero a cambio de la puesta en libertad de los demás presos la milicia proisraelí exige que el movimiento shií Amal suelte a 11 de sus miembros detenidos el viernes.

Fuerza predominante

Amal, fuerza predominante en el sur de Líbano, con la excepción de la franja a lo largo de la frontera con el Estado judío, donde opera el ELS asesorado por consejeros israelíes, se ha negado en rotundo a cumplir este requisito a menos que Tel Aviv ponga en libertad a todos los resistentes libaneses encarcelados en Israel y sus aliados locales evacuen la ciudad cristiana de Jezzin.

Además de recuperar a sus hombres capturados por Amal, Lalid pretende forzar al general Callaghan a dialogar con él, logrando así un reconocimiento de facto de su milicia por las fuerzas de la ONU y obteniendo incluso la libertad de movimiento en la zona controlada por la FINUL, de la que sólo disfrutaba hasta ahora el ELS cuando era acompañado por tropas israelíes.

Consciente de la desproporción entre su armamento y el del Ejército israelí, los cascos azules renunciaban hasta entonces a desarmarles, pero, desde que el jueves pasado Israel se retiró oficialmente de todo Líbano, se esfuerzan por interceptar a los grupos de milicianos del ELS, como hacen también con los de Amal.

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