Bombas y aviones españoles en Le Bourget

La presencia española en el 36º Salón de la Aeronáutica y del Espacio de Le Bourget la han ostentado las firmas Construcciones Aeronáuticas, SA (CASA), Explosivos Alaveses (Expal) y Ceselsa. CASA y Expal son habituales en París, mientras Ceselsa acudía por primera vez con un sistema de control de tránsito aéreo cuyo diseño fisico es del estudio de arquitectos G & L.Construcciones Aeronáuticas tenía este año en Le Bourget un chalé de tres módulos prefabricados (el alquiler costó 4,2 millones de pesetas) y unos 700 metros cuadrados al aire libre, donde se exponían los aviones de transporte CN-235 (936 millones de pesetas de coste) y C-212 Aviocar (450 millones de pesetas), y el C-101 (576 millones de pesetas), utilizable como avión de entrenamiento avanzado o como pequeño bombardero de ataque al suelo. El C-101, configurado en la versión de ataque, estaba acompañado del amplio repertorio de misiles, bombas o cañones que puede portar.

Por el chalé de CASA, al que acudió el presidente de la empresa, Fernando de Caralt, pasaron durante los días que duró el salón varios militares y hombres de negocios de diversos países, "especialmente de Latinoamérica y Áfríca", según explicó el jefe de prensa de la firma, José María San Millán, cuya tar eta de visita, por otro lado, figuraba, junto con otras dos de CASA, en la relación de visitantes del chalé ocupado por el Ministerio de Defensa de la URSS.

Expal y el gas mostaza

Expal también disponía de un chalé prefabricado y de un pequeño pabellón en el que exhibía una docena de bombas de diverso tipo y ocho diferentes espoletas que utiliza la citada firma vasca. Ambos lugares fueron los únicos en los se evitó ofrecer información alguna al redactor de este periódico cuando la solicitó en dos ocasiones el pasado día 4. Tanto el gerente del programa FACA, Antonio Rodríguez, como un joven que dijo trabajar en una fábrica de espoletas que emplea Expal, aseguraron después que los directivos de esta firma vasca estaban molestos con los periodistas a raíz de que en un reciente programa de TVE se relacionó directamente a Expal con la fabricación de bombas químicas, y concretamente con las que contienen gas mostaza.En cuanto a Ceselsa, el director de relaciones externas de la empresa, Enrique Gutiérrez Bueno, señaló que el estar en Le Bourget se debía a la necesidad de buscar mercados exteriores, dentro del lema de la compañía de tener "ilusión, disciplina y garra".

Al margen de estas representaciones comerciales, a lo largo de la celebración del salón han visitado Le Bourget tres comisiones de militares españoles. En algún caso han sido invitados por el Gobierno francés. Son los casos, por ejemplo, del jefe del Estado Mayor de la Defensa, que llegó a París el pasado jueves, del jefe del Ejército del Aire y del director general de Armamento y Material.

España, al igual que Francia, Reino Unido y Alemania, desea organizar su propia feria anual de avanzadas tecnologías de uso militar. Para el año próximo ya ha sido convocado en Gerona el Cosmos 86, a donde se espera que acudan más de 30 países.