El grupo primero de la central nuclear de Almaraz tuvo una fuga de vapor el martes

El grupo primero de la central nuclear de Almaraz, ubicada en la provincia de Cáceres, registró el pasado martes 4 de junio una fuga de vapor a través del asiento de una válvula en el edificio de las turbinas. Dicha fuga, que no afectó para nada a la seguridad de la central por producirse en el circuito secundario, fue subsanada en poco menos de una hora. El 13 de mayo, la unidad 2 de la central había registrado otro fallo en una de las válvulas de alivio.

Dada la presión a la que circula el vapor, se produjo una fuerte detonación, que fue amortiguada en gran parte por la propia estructura del edificio en el que se produjo. En esta ocasión, los responsables de la central nuclear de Almaraz comunicaron rápidamente al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) la existencia de la avería, primero mediante llamada telefónica y posteriormente a través del télex reglamentario. Por su parte, el CSN comunicó el alcance de dicho fallo tanto al Gobierno Civil de Extremadura como a la propia Junta extremeña, con llamada aparte al presidente autonómico.Ésta es la segunda avería que se produce en la central nuclear de Almaraz en menos de un mes. El pasado 13 de mayo, la unidad 2 de la central registró un fallo en una de las válvulas de alivio de los generadores de vapor, que aunque tampoco afectó a la seguridad creó una situación de alarma en la población, al ir precedida de "un ruido estremecedor", según afirmaron los vecinos de la ciudad cacereña de Almaraz, de 1.300 habitantes.

En aquella ocasión, los responsables de la central nuclear no cumplieron los requisitos obligatorios previstos para estas ocasiones con el Consejo de Seguridad Nuclear, lo que les supondrá una sanción económica cuyo expediente está tramitando el Ministerio de Industria y Energía.

La central nuclear de Almaraz, cuyos propietarios son Hidroeléctrica Española, Sevillana de Electricidad y Unión Fenosa, ya fue sancionada a primeros de año con una multa de cuatro millones de pesetas por defectos de información, que se han subsanado en la última avería. En el momento de producirse la fuga de vapor, el grupo primero de Almaraz estaba funcionando a plena potencia (la capacidad instalada es de 930 megavatios), y se mantiene en la misma situación actualmente.

Agilidad informativa

A diferencia de lo que ocurriera en las dos ocasiones anteriores, los responsables de la central nuclear de Almaraz informaron rápidamente al CSN del fallo ocurrido. Este cambio de actitud ha sido considerado muy positivamente en el Consejo. No obstante, la central no podía arriesgarse a ser nuevamente sancionada por una cuestión derivada de problemas de información.La decisión del Consejo de Seguridad Nuclear de parar la unidad 2 de Alamaraz, tras el fallo del pasado mes de mayo, supuso importantes pérdidas, al margen de la cuantía final que pueda tener la multa. A nivel general, se estima que cada día de parada puede tener un efecto negativo en los resultados de unos 100 millones netos de pesetas.

Por otra parte, el próximo martes la plana mayor del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) comparecerá ante la Asamblea de Extremadura, respondiendo a una petición que hizo la Administración autonómica extremeña hace unos tres meses. Forzosamente, la comparecencia girará en torno a los últimos fallos ocurridos en la central nuclear de Almaraz.

El CSN, por su parte, ha convocado a todos los presidentes de empresas eléctricas con intereses nucleares a una reunión a finales de este mes en la que pretenden replantear las relaciones entre las empresas y el CSN, en busca de un refuerzo de la seguridad. Uno de los objetivos que se persigue con esta reunión es mejorar en la medida de lo posible los flujos de información de las nucleares hacia el Consejo.

Otro de los temas que el CSN pretende poner sobre la mesa es el mantenimiento y reforzamiento de los equipos técnicos en las centrales nucleares. La impresión que se tiene en Industria es que con los intercambíos de activos entre las empresas eléctricas los "clanes nucleares" (los ingenieros nucleares) de esas sociedades han perdido peso. Concretamente se quiere proponer a las eléctricas que monten equipos de ingenieria de mantenimientos conjuntos (las centrales han pasado de tener un dueño único a ser propiedad de varias compañías) que eviten que se pierda la experiencia tecnológica adquirida en la construcción de las centrales y se intensifiquen las medidas de seguridad.