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Europa debe afrontar la revisión del 'Estado de bienestar', asegura Felipe González

El presidente del Gobierno, Felipe González, expresó ayer la necesidad de renovar la conciencia cívica de los ciudadanos europeos de modo que Europa contribuya a que de la crisis surja un nuevo orden internacional que afronte decididamente "la revisión del Estado de bienestar". El presidente manifestó esta idea en la inauguración, ayer por la mañana, del simposio que los 16 defensores europeos de los derechos de la persona - ombudsmen, mediadores o defensores del pueblo, según los países- celebran desde ayer en Madrid, en la sede del Congreso de los Diputados.

El simposio se celebra precisamente bajo la idea general del fomento de la conciencia ciudadana. El acto inaugural fue abierto por el presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba, quien explicó cómo en la actualidad el gran desarrollo del Estado hace que no basten las garantías clásicas y sea precisa la institución que en España se llama Defensor del Pueblo.Su titular español, Joaquín Ruiz-Giménez, citó la asistencia del síndic de greuges catalán y el defensor del pueblo andaluz, y glosó la idea de que la conciencia cívica es una garantía de la democracia, en cuanto conciencia de los derechos, por un lado, y de los deberes sin los cuales no se pueden ejercer los primeros, por otro.

Tras él, el presidente del Gobierno aludió a la coincidencia del simposio con los últimos pasos para la integración española en Europa, que era "exigible" desde el momento en que España se convirtió en una Monárquía democrática y se dotó de una Constitución parangonable con las más progresistas por los valores que consagra.

Audiencia del Rey

Para Felipe González, es urgente renovar la conciencia cívica de los europeos en la línea de esos valores, de modo que Europa contribuya a la creación de un orden nuevo donde los ciudadanos asuman con decisión sus derechos y sus deberes. El mundo, y más en concreto Europa, explicó, sufre una profunda transformación, que está llevando a la quiebra los viejos modelos basados tanto en el liberalismo como en el colectivismo. Así, es un "empeño de gran envergadura y urgencia revisar el Estado de bienestar para encontrar un nuevo equilibrio entre los ciudadanos. Esperamos", concluyó González, "que España, afronte ese desafío con decisión".Durante los tres días que permanecerán en Madrid, los ombudsmen desarrollan otras actividades, entre ellas la audiencia que en la misma mañana de ayer les concedió el Rey en el Palacio de Oriente. Antes ya se había expuesto la primera de las tres ponencias que se estudiarán en él simposio, titulada "El ombudsman y la educación cívica", a cargo de Robert Fabre, mediateur -mediador- de la República Francesa. Partiendo de que "el ciudadano responsable se forma en los pupitres escolares", Fabre resaltó como primera necesidad el conocimiento de las instituciones nacionales y europeas, seguida de la formación en el derecho y en "los grandes principios en que se basan nuestras sociedades".

Por la tarde expuso su ponencia Per-Erik Nilsson, de Suecia -país pionero de esta institución-, quien centró su intervención en la necesidad de que los ombudsmen infundan a las autoridades y sus funcionarios una mayor conciencia del servicio debido a los ciudadanos. Para Nilsson, los defensores del pueblo se limitan en exceso al caso individual, a mitigar el dolor y no las causas, siendo "más importante evitar la comisión del error y sus efectos sobre los individuos que tratar de subsanar después el desaguisado".

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