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Más de 20.000 personas acudieron en Bilbao a la convocatoria del Gobierno vasco contra el terrorismo

Unas 20.000 personas acudieron ayer a la convocatoria de¡ Gobierno vasco para manifestarse, por las calles más céntricas de Bilbao, en silencio, contra la violencia de ETA, que causó la muerte de 10 personas en el País Vasco durante el pasado mes de mayo. Al finalizar la marcha, en la que no se registraron incidentes, el lendakar¡, José Antonio Ardanza, se dirigió a los asistentes en los siguientes términos: "¡Estamos tan hartos y tan tristes!, nuestro horror y nuestra rabia han llegado a semejante límite que, sin palabras ya para expresarlo, hemos salido a la calle en silencio para mostrar al mundo entero que la inmensa mayoría de los vascos no tienen nada que ver con todo ello y que tan sólo quieren paz, prosperidad y libertad".

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La manifestación discurrió, en silencio, entre la plaza de la Casilla y el ayunta miento. Sin distintivos de ninguna clase, ni emblemas partidistas, los manifestantes recorrieron, en un solo cortejo, las calles más céntricas de Bilbao, presididos por una pancarta en la que se podía leer, en castellano: "Creemos en el futuro de Euskadi, no al terrorismo".Representantes de los partidos parlamentarios, a excepción de Herri Batasuna, sostenían la pancarta unitaria, junto a representantes del PCE, CDS y los sindicatos UGT y CC OO. En primera fila se podía apreciar la presencia del portavoz del CDS, Iñaki Ansoleaga, Jaime Mayor Oreja, Julen Guimón y Antonio Merino, de Coalición Popular, del PNV a José María Otxoa y José María cuñado, el secretario general de Nicolás Redondo y Alberto ere En representación del Partido Socialista de Euskadi, figuraban, en primera fila, José María Benegas y Juan Manuel Eguiagaray, y en representación de Euskadiko Ezkerra, Kepa Aulestia y Xabier Markiegui.

Inmediatamente después desfilaba el Gobierno vasco. Junto al lendakari, José Antonio Ardanza y sus consejeros se encontraba el ex lendakari, Jesús María de Leizaola, seguido de los representantes de la Mesa del Parlamento vasco, el delegado del Gobierno, Ramón Jáuregui y varios representantes del Consejo Nacional del PNV.

Carteles en las calles

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Desde primeras horas de la mañana de ayer numerosos carteles aparecieron pegados en las paredes de las calles por donde debía pasar la manifestación. En los textos, y clara referencia al atentado que costó la vida al joven Alfredo Aguirre, de 14 años, en Pamplona, se podía leer: "Asesinar a un niño es matar nuestra esperanza" y "El que calla también mata".

Mezclados en el grueso de la larga columna, marchaban el secretario general del PSOE de Vizcaya, Ricardo García Damborenea, el presidente de la Diputación de Vizcaya, José María Makua, el presidente de la Asociación de Empresarios Vascos, CONCEBASK, José María Vizcaíno. Además de los diputados de Guipúzqoa, y el alcalde de Vitoria, José Angel Cuerda, se pudo apreciar al obispo auxiliar de Bilbao, Juan María Uriarte, cuyo sobrino, Juan José Uriarte, taxista de Bermeo, sufrió un atentado mortal el pasado 18 de mayo, que aún no ha sido reivindicado. El ex dirigente del PNV, Xabier Arzallus, participó también en la comitiva silenciosa contra la violencia de ETA.

Significados parlamentarios del PNV aguardaron en la acera para incorporarse a la manifestación, detrás del Gobierno, en la mitad del itinerario.

Los manifestantes -que realizaron el trayecto en medio de un impresionante silencio tan solo interrumpido por los aplausos de nutridos grupos de ciudadanos que observaban desde las aceras el paso de la comitiva- finalizaron su recorrido en el ayuntamiento. Allí el lendakari José Antonio Ardanza recalcó la importancia de un acto como el de ayer que, a pesar de ser testimonial, coadyuva a incrementar el grado de concienciación ciudadana.

Llamamiento a ETA

Tras señalar que los llamamientos al cese de la violencia son sistemáticamente desoídos y rechazados por quienes la practican, Ardanza volvió a emplazar, cuando menos a algunos de los miembros de ETA: "si entre ellos aún queda algún hombre o mujer consecuente con lo que dicen defender, tienen la obligación de dar el primer paso. Los vascos, a través de los votos, hemos dejado bien a las claras lo que queremos. Ceder sería hoy una dejación. La respuesta a la violencia se ha convertido en Euskadi en un problema de dignidad personal".

El presidente del Gobierno vasco insistió en la necesidad de reaccionar ante la sensación de impotencia a la que pueda verse abocado, en numerosas ocasiones, el pueblo vasco. Ardanza señaló "si bien somos muy conscientes de que algunos podremos caer en esta lucha, también sabemos que jamás conseguirán ganar. Podrán ponernos dificultades, acarrear desgracias y generar aún más problemas de los que ya tenemos. Pero jamás podrán con un pueblo como el vasco que ha logrado llegar hasta aquí superando dificultades infinitamente superiores que las que hoy sufrimos".

El lendakari reconoció que "ha sido duro llegar hasta aquí. Nuevamente vamos a seguir hacia adelante, por el camino que nos hemos marcado, sufriendo los ataques de unos y la incomprensión de. otros. Mirad a vuestro alrededor, sabed que somos muchos, todos los aquí presentes, que somos mayoría y sobre todo que tenemos razón".

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