Manolo Cortés: "Las Ventas y La Maestranza son iguales"

La cuestión, tan comentada por taurinos y aficionados, de las diferencias entre el público de la Maestranza y el de Las Ventas, no existe para Manolo Cortés: "La Maestranza y Las Ventas son iguales, cuando sus públicos juzgan el arte de un torero. El público de Madrid es tan bueno como el de Sevilla y se entrega igual cuando se torea despacio y con arte", opina el diestro sevillano.Manolo Cortés se ha ganado la inclusión en la feria, en un cartel con figuras y frente a una ganadería cómoda y comercial, gracias a los detalles toreros ofrecidos en sus recientes salidas a Las Ventas, con ganado menos escogido. Con ello, vuelve a ser torero del abono, como en épocas anteriores, que el torero recuerda con nostalgia. "El 24 de mayo de 1980 toreé a gusto a un toro de Luis Albarrán, del que me concedieron la oreja", dice. "Tambien desorejé a un toro de Fermín Bohórquez el 18 de mayo de 1970, en tarde en la que confirmó su alternativa José Luis Parada". Y en una corrida que muchos aficionados recuerdan "me dieron las dos orejas", indica, "de un manso de Antonio Pérez, condenado a banderillas negras y al que nadie esperaba que pudiera hacer faena. Fue el 25 de mayo de 1968 y tambien corté, esa misma tarde, una oreja de mi segundo toro".

Manolo Cortés dice que viene a la feria "con muchas ganas e ilusión y con la moral muy alta". "El pasado día 1", añade, "en la corrida que toreé en Hinojos, me encontré muy a gusto con un toro, al que corté las dos orejas". Y con esa moral elevada saldrá al reencuentro, con el público de Las Ventas, "que tan bien me ha sabido entender siempre". La ganadería de Manolo González le agrada "porque suelen salir buenos".

En la corrida del pasado domingo, se quebró la tónica general que ofrecía la feria respecto a escasas caídas de los toros y los aficionados del 7 y de la andanada del 8 se enfadaron bastante. Antonio Sánchez, presidente de la Peña Andanada, opina: "Durante la primera parte de la feria ha habido algunos toros impresentables, pero creo que todos habrán apreciado que cuando han salido toros con el trapío justo, como han salido algunas tardes, los aficionados no los hemos protestado, lo que demuestra", dice con énfasis, "que en esta plaza no exigimos elefantes, como andan diciendo por ahí algunos taurinos". "Ahora bien", recalca, "lo que no se puede admitir, de ninguna manera, es el toro inválido, aunque tenga suficiente trapío". Por lo que se refiere a los toreros, Antonio Sánchez entiende que "la faena de Espartaco en la tarde del día 15, aunque no estuvo mal, no fue merecedora de dos orejas".