El Día de las Fuerzas Armadas culminó con un desfile reducido

ENVIADO ESPECIAL El rey Juan Carlos, vestido con el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, presidió, a mediodía de ayer, en la Coruña, el tradicional desfile militar del Día de las Fuerzas Armadas, en el que participaron 6.300 hombres y 580 vehículos de diversos tipos. Al acto asistieron el presidente del Gobierno y los ministros de Defensa e Interior. Tanto el volumen de tropas como la representación del Gobierno en el desfile han sido este año sensiblemente inferiores a los registrados en años anteriores.

El acto se desarrolló a lo largo del paseo de la Marina, Cantón Grande, Cantón Pequeño y calle de Linares Rivas. El Rey, la Reina y las infantas Elena y Cristina se situaron, al mediodía, en una tribuna, en la que también se colocaron el presidente del Gobierno, el ministro de Defensa y los cuatro miembros de la Junta de Estado Mayor, si bien éstos figuraban en un segundo plano, detrás de Felipe González y Narcís Serra. Tanto éstos como el ministro del Interior, José Barrionuevo, situado en una tribuna próxima a la del Rey, no vestían, como en años anteriores, chaqué, sino traje oscuro.Don Juan Carlos y doña Sofía llegaron a las proximidades de la tribuna a bordo de un Rolls Royce negro descubierto, seguido de otro Rolls cubierto en el que viajaban las infantas. Los miles de personas que se habían situado a lo largo de los 1.200 metros del recorrido del desfile aplaudieron la llegada de los Reyes, quienes escucharon el himno nacional y las 21 salvas de ordenanza previas al acto.

A las 12. 10, con el cielo cubierto de densas nubes y una temperatura de unos 17 grados, se inició el desfile de las tropas, al frente de las cuales se situó el capitán general de la VIII Región Militar (La Coruña), teniente general José Buigues Gómez, acompañado de su estado mayor y una escolta de la Guardia Civil. Seguidamente llegó a la altura de las tribunas de las autoridades una columna motorizada del Tercio de Armada de San Fernando (Cádiz), equipada con misiles contracarro Tow, carros de combate y vehículos anfibios.

Misiles y cocinas

A continuación desfilaron unidades motorizadas de la División Acorazada y de regimientos y grupos de artillería, que exhibieron diversos blindados de combate o transporte, misiles antiaéreos y lanzacohetes, pero también otros vehículos de escaso interés, como excavadoras, cocinas, lavadoras, ambulancias para ganado y otros.

Ya en la parte del desfile a pie, que comenzó a las 12.40, participaron la Guardia Real, las academias militares, paracaidistas de los ejércitos de Tierra y Aire, la Brigada Aerotransportable de La Coruña, un grupo de Regulares de Melilla -con su mascota, una cabra negra con los cuernos pintados de purpurina-, la Guardia Civil y la Legión. El paso de las diferentes unidades fue acompañado de algunos aplausos por parte del público, pero sólo arreciaron, como en años anteriores, con la aparición de compañías de la Guardia Civil. El ministro del Interior y el jefe de la oposición conservadora, Manuel Fraga -sentados uno junto al otro- , incluso se pusieron en pie cuando desfilaba la Guardia civil.

El desfile concluyó a las 13.10, momento en que nuevamente se interpretó el himno nacional, y seguidamente los Reyes y el resto de autoridades civiles y militares abandonaron la zona. Entre éstas figuraban los presidentes de la Xunta de Galicia y del Senado, el secretario de Estado y subsecretarío de Defensa, los directores de la Guardia Civil y del Centro Superior de Información de la Defensa.

En el momento en que Fraga abandonaba el lugar sonaron los aplausos más fuertes del público, hecho que ya ocurrió en la noche anterior, cuando el presidente de A.P llegó al Ayuntamiento de La Coruña para asistir a la recepción que ofrecieron los Reyes.

Una vez que a lo largo de los últimos años el Día de las Fuerzas Armadas se ha celebrado en las ocho regiones militares existentes, Defensa estudia una nueva fórmula para esta conmemoración, que probablemente coincidirá con el Día de la Hispanidad.