Ingresan en la Modelo por orden judicial tres sospechosos del asalto a la masía de Barcelona
Rafael González Vargas, de 36 años; su hermano Manuel, de 46, y el hijo de éste, Manuel González González, de 25, ingresaron ayer noche en la cárcel Modelo de Barcelona en calidad de detenidos como presuntos autores del asalto con violencia a la masía Can Farnés, de Lliçà de Vall, en la madrugada del pasado día 24. El juez Vicente Conca, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Granollers, que instruye las diligencias previas, no decidirá hasta el próximo lunes si dicta auto de prisión provisional contra los detenidos, que anoche negaron todos los cargos cuando fueron interrogados por aquél.
El viernes de la semana pasada tres individuos penetraron de madrugada en una masía aislada, del término municipal de Lliçà de Vall, una población de 1.700 habitantes situada 20 kilómetros al norte de Barcelona. Los asaltantes se apoderaron de 30.000 pesetas y torturaron a los dos inquilinos de la masía: Francisco Sánchez Bene, de 54 años, y Pilar Iglesias Boix, de 63. También resultó herido el pastor Enrique Aleu Cabrerizo, de 49 años.La policía del barrio del Poblenou, de Barcelona, detuvo en la noche del pasado martes a los dos sospechosos en una vivienda del barrio La Catalana, del vecino municipio de Sant Adrià de Besòs. Según fuentes policiales, Pilar Iglesias había mantenido, hace ya algún tiempo, relaciones con un miembro del clan de los González, al que pertenecen los detenidos. Éstos negaron anoche ante el juez que conocieran a los habitantes de la masía. La mujer identificó por una fotografía a sus agresores.
Los tres detenidos llegaron al juzgado de Granollers a las 20.15 horas de ayer. Una hora más tarde, una vez interrogados en presencia del fiscal y de un abogado defensor, el juez ordenó que ingresaran en calidad de detenidos en la cárcel Modelo.
Miembros del clan de los González amenazaron con navajas al equipo de TVE que intentaba filmar la salida de los detenidos de la comisaría de Poblenou, ayer por la tarde. El equipo de TVE optó por abandonar las cercanías de la comisaría. El furgón que trasladó a los presos a Granollers llegó al juzgado con el parabrisas roto, pero según los policias que efectuaron el traslado se trató de una rotura accidental.
El juez Vicente Conca no recibió ninguna información oficial sobre las detenciones practicadas por el Cuerpo Superior de Policía en Barcelona hasta la tarde de ayer, cuando le llamó el jefe de la comisaría de Poblenou para preguntarle si los detenidos debían pasar a ese juzgado, en cuyo territorio se cometió el delito, o al de Santa Coloma de Gramenet, de quien depende el municipio de Sant Adrià, donde fueron detenidos. Este juez mostró ayer su malestar por no haber sido informado de las detenciones y confirmó a este diario que conoció los resultados de la investigación a través de la prensa.
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