Sting conquista París
Sting, cantante y bajista de The Police, prepara al público y a la crítica internacional para su primer disco en solitario, The dream of the blue turtles. Tras varias jornadas. en Nueva York, se presenta durante siete días en París, en el teatro Mogador, hasta el 1 de junio. El recinto, semejante al Alcalá Palace madrileño, puede acoger a 1.200 personas y es lugar ordinario para los conciertos de jazz.La nueva música de Sting es una síntesis de su primera etapa como bajista de una big band de jazz en Newcastle, su ciudad natal. Y su experiencia exitosa con el pop-rock de The Police: fusión de jazz con los elementos más notables que el pop ha absorbido en los últimos años, tales como el rhythm and blues, el soul o el reggae. Toda la banda que acompañaba a Sting la componían músicos negros de reconocido talento, como el saxofonista Brandford Marsalis, hermano de Wynton, y el batería Omar Hakin, descubierto por Joe Zawinul para Weather Report y requerido para los discos de David Bowie, Mick Jagger y Dire Straits.
Concierto de Sting y Banda
The Band: Omar Hakin (batería), Kenny Kirkland (teclados), Darryl Jones (al bajo), Brandford Marsalis (saxófono) y Janice Pendarvis y Tolette McDonald (voces). 100 minutos.Teatro Mogador. París, 28 de mayo.
El rubio cantante compositor actuaba con una guitarra al pie de una escalera blanca puesta al estilo de los musicales de Hollywood, y en la mitad de la misma se situaban la batería y los teclados. Sting cantó. Interpretó un repertorio de canciones en su mayor parte desconocidas para el público, al que se dirigió siempre en francés.
En el fondo de todo este swing de Sting se notaba a menudo el estilo sencillo y directo de sus composiciones, algunas parecidas en su estructura a las más conocidas del popular trío. Por ejemplo, Consider me gone. Había ofrecido Childrens crusade, una historia sobre esclavos negros en el norte de África, y se recreó con un jazz-rock al modo de The Crusaders de los setenta, que incluyó One world y un solo de piano de Herbie Hancock, apoyado por una base muy dura de funky.
Las dos vocalistas elevaban las fuerzas de las canciones y la propia voz de Sting, siempre necesitada de agua de limón, que modulaba capaz y originalmente. If you love somebody set them free, el sencillo de su elepé, fue palmeado por los asistentes que habían permanecido calmados y atentos; y es que Sting combinó perfectamente las baladas con los temas más rítmicos.
Tras una sesión jazzera con Sting, haciendo un solo al contrabajo sin caja, éste marchó a los 70 minutos de haber entrado. Reapareció solo para cantar su himno de París, Roxanne, de manera similar a la versión que aparece en el disco de The secret policemen concert, pero con el adorno virtuoso de Marsalis al saxo soprano.
Babelia
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