El periodista Manuel Buendía, asesinado en México, investigaba sobre drogas y la CIA, según su viuda

El asesinato del periodista mexicano Manuel Buendía lleva camino de engrosar los archivos judiciales de casos no resueltos. Ante la ineficacia policial, la fundación que lleva su nombre y que dirige su viuda ha hecho público un informe en el que expone los temas que el columnista del Excelsior llevaba entre manos en el momento de su muerte, hace un año: tráfico de drogas, actividades de la CIA, relaciones entre el sindicato petrolero y Edén Pastora, venta de armas a Centroamérica y actuaciones del grupo ultraderechista Los Tecos.

Las distintas policías se pelearon en su momento por incautar sus archivos y apoderarse en exclusiva de los testigos presenciales, lo que a fin de cuentas contribuyó a torpedear la investigación.La policía desechó una a una las vías de investigación, pero los autores del informe citado consideran que no se analizaron suficientemente las conexiones internas de todos estos grupos. Líderes petroleros, agentes de la CIA y tecos han mantenido vínculos con las guerrillas nicaragüenses, a las que suministraron armas, financiadas ocasionalmente a través de la venta de narcóticos. La Fundación Manuel Buendía ha decidido exponer públicamente los archivos del periodista para contrarrestar los escasos progresos de la justicia.

La Policía Federal de Seguridad no está, al parecer, exenta de responsabilidades en este caso. José Antonio Zorrilla era director general de este organismo cuando se cometió el asesinato. La procuradora de justicia de la capital mexicana, Victoria Adato, reconoció que una parte importante de los archivos del periodista quedó en sus manos, sin que la policía judicial haya podido acceder a ellos.

José Antonio Zorrilla cesó en el cargo hace unos meses para ser designado por el partido gubernamental como candidato a diputado, lo que le hubiera significado la inmunidad parlamentaria.