Un gimnasio convertido en bunker
La sala donde, a partir de hoy, se desarrolla el proceso a la pista búlgara es un antiguo gimnasio que fue convertido en bunker para el juicio a los secuestradores de Aldo Moro, presidente de la Democracia Cristiana, asesinado por las Brigadas Rojas. Se trata también del mismo recinto donde se sentaron en el banquillo, con ocasión del llamado proceso 7 de abril, los miembros de Autonomía Obrera acusados de connivencia con el terrorismo de extrema izquierda italiano.La sala-bunker está situada en el complejo deportivo levantado para los Juegos Olímpicos de Roma (le 1960. Está rodeada por una alta verja dotada de cámaras de televisión que alimentan un circuito cerrado desde las cuatro esquinas del edificio rectangular. En su interior han sido montadas jaulas con barrotes y cristales blindados para albergar, en grupos separados, a los acusados.
Este marco de seguridad, reputada eficaz al ciento por ciento, sirve de escenario a los protagonistas del proceso. Además de los acusados, los turcos Ali Agca, Omer Elagci y Musa Sedar Celebi -que en vísperas del proceso ha dicho que son falsas las acusaciones contra él de Agca (preparar la cobertura financiera y logística en Europa del atentado contra el Papa)-, y el búlgaro Serguei Antonov, está la corte de abogados defensores y los seis jurados populares que, con un número igual de suplentes, siguen el caso.
El presidente del tribunal, Severino Santiapichi, de 58 años de edad, que ayer negó haber recibido presión alguna en su ministerio, fue precisamente quien en julio de 1981 condenó a Agca a cadena perpetua. Presidió también los procesos Moro y 7 de abril y tendrá como juez auxiliar a Fernando Attolico. La acusación fiscal correrá a cargo de Antonio Marini, de 44 años de edad, que desempeñó la misma función en el proceso 7 de abril. En el jurado popular hay tres mujeres y tres hombres. Cuatro de ellos son profesores,
Entre los abogados defensores hay que: destacar lógicamente a los que llevarán el peso: Giusseppe Consolo y Adolfo Laurssa, letrados de Antonov, y Pietro d'Ovidio, que lo es de Ali Agca.
Como asesores legales de los tres búlgaros se han trasladado a Roma el abogado Alexander Dospeski y el fiscal Jordan Ormankov, instructor en Bulgaria del sumario contra Ali Agca.
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