Los hospitales psiquiátricos
En la noche del 20 de mayo de 1985 TVE-1 ofrecía el programa semanal Vivir cada día, que en esta ocasión, y bajo el título 'De locos', se desarrollaba en el hospital psiquiátrico Miraflores, de Sevilla. Programa que ilustra nítidamente lo que no debe ser una intervención psicoterapéutica y muchas de las características que no debe reunir un especialista en problemas mentales. Escenas tales como una entrevista con un internado por problemas de toxicomanía en la que una pareja de psiquiatras se esforzaba en imponer verbalmente al paciente que "si pedía pastillas era porque buscaba la seguridad que de chiquitito le daba el pecho de mamá...", o una terapia (?) grupal en la que no se cesaba de recordar a diversos miembros del grupo que estaban locos y que además no eran conscientes de su locura (indicación hecha fundamentalmente por una de las psiquiatras cuando un paciente rebatía alguna idea), o la gratuidad con que médicos y psicólogos interpretaban las declaraciones que ante un vídeo habían efectuado varios internos... son algunas de las que muestran el lamentable panorama de las personas con problemas psíquicos, personas que posiblemente tengan escasas probabilidades de mejorar al estar tratadas bajo enfoques que prácticamente se basan en la especulación e interpretación, dejando bastante de lado las circunstancias que realmente inciden en los problemas humanos y que se encuentran en la vida cotidiana presente, no teniendo más significación que la actual.Aunque las estrategias que muestran estos psiquiatras no tienen que ver con electrochoques o lobectomías, también es cierto que se hallan a una gran distancia de la eficacia y utilidad social que tiene la psicología, disciplina que se basa en la metodología científica para abordar el conocimiento de la conducta y de sus leyes, en los diseños experimentales de investigación y en proporcionar a las personas las habilidades y recursos necesarios para aumentar su capacidad de elección y de decisión, para interactuar con el medio de un modo adecuado; en definitiva, para aumentar su libertad.-
Psicólogo clínico.
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