Nueva amenaza proteccionista sobre las exportaciones de calzado español a Estados Unidos

Una nueva amenaza proteccionista se cierne sobre las exportaciones de calzado español a Estados Unidos, sólo dos semanas después de la visita del presidente Reagan a Madrid, donde los problemas económicos entre los dos países fueron pasados por alto. La International Trade Comission (ITC) acordó por unanimidad el miércoles recomendar al presidente la adopción de medidas proteccionistas al calzado, que pueden dañar a la industria española que exportó en 1984 a EE UU zapatos por valor de más de 300 millones de dólares. El Tribunal de Comercio Internacional ratificó el lunes la aplicación por la ITC de derechos compensatorios a los tubos de acero españoles.

El Gobierno español no creyó conveniente plantear a fondo los contenciosos económicos al presidente Reagan en Madrid y el ministro de Economía, Miguel Boyer, decidió no entregar al secretario de Estado, George Shultz, un memorando sobre cuestiones comerciales que tenía preparado. El embajador de España, Gabriel Manueco, ha sido el encargado de presentarlo a la Administración americana esta semana.El lunes pasado, el Tribunal Internacional de Comercio falló a favor de dos compañías siderúrgicas norteamericanas y decidió que los tubos de acero para la industria petrolífera que exporta España sean gravados con un derecho compensatorio que oscila entre un 78% y un 86%. Su aplicación supondrá la expulsión de los tubos españoles del mercado norteamericano.

La Embajada española en Washington trata de retrasar la publicación de la decisión de la ITC en el Federal Register, una especie de boletín oficial, única posibilidad de impedir que sea aplicada inmediatamente. Para ello se realizan intensas gestiones ante los departamentos de Estado, Comercio y el Tesoro. El embajador español se entrevistará hoy con el subsecretario de Comercio. La decisión de la Comisión Internacional de Comercio ha cogido por sorpresa a las autoridades españolas, que confiaban en que la aceptación por España, el pasado enero, de un acuerdo voluntario de autoeliminación de nuestras exportaciones siderúrgicas suponía también el fin de los. derechos compensatorios para los tubos.

Gravamen para los tubos

El acuerdo con la Administración norteamericana se hizo sobre 17 productos siderúrgicos. El compromiso pactado consistía en que las empresas siderúrgicas estadounidenses retiraban sus demandas por presentadas ante la ITAC por dumping contra los productos españoles a cambio de un recorte de las exportaciones de nuestro país. Las empresas Lone Star y CFI han seguido adelante con sus casos y han logrado una decisión favorable de la International Trade Commission, que obliga a la imposición de derechos compensatorios para los tubos procedentes de España. Otras compañías más grandes, como la United States Steel o la Bethelem Steel, sí retiraron sus demandas. La decisión de la ITC ya sólo podrá ser revisada ante los tribunales ordinarios norteamericanos, lo que supone un proceso muy largo y costoso.El tema del calzado presenta un aspecto más político que técnico, al contrario que en el caso de los tubos. La ITC decidió en junio de 1984 que las importaciones de zapatos, incluidas las españolas, no amenazaban la industria norteamericana y ahora falla lo contrario. La explicación reside en que la industria zapatera de EE UU ha presionado al Congreso para que pida a la ITC la revisión del caso, a lo que ha accedido este tribunal. Muy posiblemente la ITC presentará al presidente Reagan, antes del 1 de julio, una serie de medidas proteccionistas para limitar el impacto de las importaciones, que el pasado año supusieron el 71 % del mercado. El presidente tendrá 60 días para aprobar las medidas o rechazarlas. Los fabricantes de calzado piden la aplicación de cuotas durante un período de cinco años, que reduzcan las importaciones al 55% del mercado interior. Otra posibilidad sería subir los aranceles. Actualmente tres de cada cuatro pares de zapatos que se venden en EE UU son importados, fundamentalmente de Taiwan, Corea del Sur, Brasil, España e Italia. Según fuentes de esta industria, 105 fábricas de zapatos cerraron en 1984.