Crisis en la UEO tras posponerse el debate sobre la militarización del espacio
La decisión adoptada por la Comísión de Defensa de la Unión Europea Occidental (UEO), reunida en París, de posponer el debate sobre la respuesta europea a la Iniciativa de Defensa Estratégica o guerra de las galaxias ha provocado una auténtica tormenta en el seno de esta organización. "La UEO ha perdido toda credibilidad y ya no tiene sentido hablar de su revitalización como un foro en el que siete países europeos, sin la presencia de Estados Unidos, pueden hablar de seguridad y defensa", afirmó el autor del informe rechazado, el diputado socialista holandés Harry van der Bergh.El resultado de la votación, celebrada el lunes por la noche, cogió desprevenido a casi todo el mundo. Los observadores esperaban, bien al contrario, que la respuesta a la guerra de las galaxias constituyera el centro de los debates de la asamblea plenaria. Sin embargo, la acción conjunta de los diputados conservadores británicos y los liberales, así como los democristianos alemanes, impidió que el informe saliera de la comisión.
El presidente de la asamblea, el francés Jean-Marie Caro, intentó restar importancia a lo ocurrido, recordando que el debate podría entablarse en la segunda parte de la reunión, prevista para diciembre. Sin embargo, el malestar era ayer evidente en los pasillos del palacio Iena. "Ahora es cuando estamos más divididos", afirmó un diputado socialdemócrata alemán.
Otros diputados insinuaban que Estados Unidos había ejercido presiones para evitar que parlamentarios de siete países aliados (Francia, Italia, República Federal de Alemania, Reino Unido, Bélgica, Holanda y Luxemburgo) se pronunciaran públicamente en contrá de las propuestas de Washington.
El informe cuyo debate fue rechazado proponía que los europeos pongan en pie un programa propio de investigación tecnológica, antes de vincularse a los planes norteamericanos. Van der Bergh pedía también que Estados Unidos se comprometiese a prohibir los ensayos de armas espaciales mientras duren las negociaciones de Ginebra con la URSS. El informe se dirigía al Congreso de EE UU para pedirle que no apruebe presupuestos especiales destinados a la iniciativa de defensa estratégica.
