Aplazado el juicio contra 16 dirigentes surafricanos opuestos al 'apartheid'

El juicio por traición contra 16 dirigentes del Frente Democrático Unido, la organización que agrupa a más de 600 asociaciones de todo tipo opuestas a la política de apartheid del Gobierno de Pretoria, ha sido aplazado hasta el próximo mes de julio con el fin de permitir a los abogados defensores el estudio de las 600 páginas que componen el pliego de cargos presentado por la acusación.

El juicio contra los dirigentes del Frente Democrático Unido (FDU) debía haberse iniciado ayer en Pietermaritzburg, en el Estado de Natal, a 480 kilómetros al suroeste de Johanesburgo, pero el magistrado jefe de la provincia de Natal, juez John Milne accedió a la petición de la defensa y aplazó los procedimientos hasta el 11 de julio. La actuación independiente de Milne al decretar la libertad bajo fianza de los acusados, en contra de la decisión del fiscal general, ya había provocado la irritación del Gobierno.Los 16 dirigentes del FDU -entre los que se encuentran dos de los tres vicepresidentes: Archie Gumede, de 71 años, y Albertina Sisulu, esposa del dirigente del Congreso Nacional Africano Walter Sisulu, que cumple junto a Nelson Mandela una condena a cadena perpetua- están acusados de traición, lo que puede llevar aparejada la pena de muerte. Entre los acusados se encuentran cinco de los seis dirigentes indios que el pasado año efectuaron la ocupación del consulado británico en Durban.

Algunos de los acusados fueron detenidos hace más de seis meses en relación con los disturbios antirraciales que el pasado año produjeron 165 víctimas. Además de responder a la acusación de participar en una pretendida conspiración para derribar al Gobierno, los dirigentes del FDU han sido acusados de violar la draconiana ley de seguridad interna del Estado.

Desde hace varias semanas el Gobierno preparaba el terreno para una desarticulación total de la dirección del FDU, coalición plurirracial de 600 organizaciones sociales, laborales, estudiantiles y religiosas fundada hace dos años para combatir la nueva Constitución y el sistema parlamentario tricameral por el que los blancos, mestizos y asiáticos cuentan con su propia Cámara, mientras el 73% de la población compuesta por negros sigue sin representación. En intervenciones ante el Parlamento y en discursos públicos, tanto el presidente, P. W. Botha, como el ministro para la Ley y el Orden, Louis le Grange, acusaron al FDU de actuar como pantalla del Congreso Nacional Africano y del Partido Comunista, prohibidos hace 25 años, a la vez que pretendieron que sus líderes propiciaban el establecimiento de un clima revolucionario.

La opinión expresada repetídas veces por los jefes moderados de la oposición liberal blanca y negra es que el origen de la violencia hay que encontrarlo en el sistema mismo del apartheid, y que la detención de los líderes del FDU es un error.

Los enfrentamientos entre manifestantes y policías continuaron el fin de semana en varias ciudades negras, incluida Soweto, donde el premio Nobel de la Paz y obispo anglicano de Johanesburgo, Desmond Tutu, celebró un servicio religioso de acción de gracias por el acuerdo de paz entre representantes de varias organizaciones negras. Una enfermera blanca de 50 años, Gertina de Langa, resultó ayer gravemente herida en la cabeza cuando su coche fue apedreado por manifestantes negros en Duduza, al suroeste de Johanesburgo.