El rey Balduíno se identifica con los valores que defiende el Papa
El papa Juan Pablo II recibió una acogida popular calurosa, pero no multitudinaria, a su llegada ayer a Bruselas. El rey Balduino lo saludó como "jefe de un Estado poco ordinario" y se identificó con los valores fundamentales que defiende Wojtyla. Con motivo de la visita, un decreto real redujo las penas de los condenados en todo el país en dos meses, o en cuatro si fueron combatientes o prisioneros en la II Guerra Mundial. En la plaza Mayor de Bruselas, el Papa y los miles de personas congregadas rezaron un padrenuestro.
Juan Pablo II llegó al aeropuerto bruselense de Zaventem, pero no pudo besar allí el suelo, porque era tierra puramente flamenca. Para su tradicional beso tuvo que esperar a llegar, en helicóptero, al neutral parque del Cincuentenario, donde se desarrolló el recibimiento oficial por parte de los reyes y del Gobierno y de unas 5.000 personas escasas que gritaban "¡Viva el Papa".El Papa llegó a Bélgica como jefe de Estado. Los 28 motoristas de la escolta real, en uniforme de gala, que le acompañaron se transformarán hoy en 20 motoristas normales, ya que, a partir de hoy, la visita será sólo pastoral. El rey Balduino tuvo palabras elogiosas para los valores que proclama Juan Pablo II en lo referente a la familia, el amor, la justicia y la paz. Juan Pablo II alabó los lazos que ha creado Bélgica con África, "donde ha dejado una huella profunda".
La seguridad del Papa se ha convertido en una auténtica pesadilla para las autoridades belgas, con la aparición del terrorismo en estas tierras. En la mañana de ayer hubo una falsa alarma de bomba en el parque donde debía aterrizar Juan Pablo II. La estatua de Nuestra Señora de Beauraing, que el Papa visitará mañana, fue embadurnada con aceite de motor sucio. Unas semanas antes había aparecido con las manos cortadas. Fueron reconstruidas. Ayer, con detergente, se estaba intentando limpiar la imagen. En un cercano monumento a los muertos aparecieron pintadas de "Papa-Caca" y "Papa, devuélvenos nuestro dinero".
Visita polémica
También en Bélgica, único país de la Comunidad Económica Europea, con Irlanda, donde el aborto no ha sido legalizado, la visita del Papa ha levantado cierta polvareda. El cardenal primado Godfried Daneels ha reconocido que existen divisiones y problemas en el seno de la Iglesia católica belga. Una encuesta publicada por el semanario Le Vif daba un 74% de católicos en Bélgica, pero sólo un 19% de ellos está de acuerdo con las enseñanzas de Juan Pablo II. La contestación parece ser mayor en la zona flamenca que en la valona.Grupos laicos han protestado contra esta visita. Parte de los protestantes no quiere ser recibida por el Papa, ni tampoco la comunidad judía, insatisfecha con que Juan Pablo II reciba a cinco embajadores árabes como representantes de la comunidad musulmana en Bélgica.
Los organizadores esperan llegar a reunir en alguna de las celebraciones en Bélgica hasta 150.000 personas. Ante estas manifestaciones populares, Juan Pablo II señaló ayer: "A los que se extrañen de su carácter público e imponente, digo simplemente que es deber del pastor reunir a la comunidad que se le ha confiado".
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