"Si los 'geo' asoman la cabeza, hubiera habido una masacre"
X. M. P."Si los geo llegan a asomar la cabeza, aquí hubiera habido una masacre, porque es poco lo que tenemos que perder", declaró uno de los sublevados inmediatamente después de que la situación se normalizase. Alfonso Fernández Sotelo, al igual que sus compañeros de motín, estaba decidido a marcharse como fuese, pero ocurrió que "la movida nos salió mal".
Sus compañeros se pronunciaron en términos parecidos: Guillermo García González, conocido como El atracador solitario, condenado a 60 años de prisión, y que acababa de ser trasladado del penal de Ocaña para prestar declaración en un juicio; Manuel Pérez Amoedo, Sergio Carabelas López, Francisco Javier García Carracelas, Juan José García Baltasar y un argelino, Omar Kalid, en prisión preventiva, que no dudó en apoyar a sus compañeros.
Poco antes de las 14 horas los reclusos redactaron un pliego de condiciones que hacían llegar al comisario con nuevas peticiones como paso previo a la liberación de los rehenes.
Se incluía la no adopción de represalias contra los amotinados, la visita diaria del abogado mediador para comprobar el cumplimiento del compromiso y el traslado en el plazo de siete días al penal del Puerto de Santa María en condiciones normales. Ese compromiso se concretaba definitivamente poco después de las 15.30 horas con conocimiento del gobernador civil y el director general de Instituciones Penitenciarias, Juan José Martínez Zato, y diez minutos antes de las 16 horas los reclusos liberaban a sus cinco rehenes y se entregaban para volver a sus celdas divididos en tres grupos.
Este motín se produjo cuatro meses y diez días después del ocurrido el pasado 5 de enero en la prisión de Vigo. Entonces, tres reclusos mantuvieron como rehenes durante 12 horas a cinco funcionarios. Al final, depusieron su actitud.
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