Ardanza: "Las fuerzas de seguridad no son el medio para mantener el orden en Euskadi"

"Las llamadas fuerzas de seguridad del Estado, con ser innegables, sus sacrificios y esfuerzos en este terreno, no son el instrumento ideal para el mantenimiento del orden público en Euskadi", dijo ayer el presidente del Gobierno autónomo vasco, José Antonio Ardanza, en el Club Siglo XXI, en su primera aparición pública en Madrid. La violencia -que no fue calificada de terrorismo por el lñe lendakari -ocupó el mayor espacio en el discurso de Ardanza. "En el País Vasco estamos hartos de la violencia, porque es a nosotros, a los propios vascos, a los que más daño hace, política, económica y moralmente".

El Iendakari admitió que el fenómeno de la violencia no es aún bien conocido y que "hemos de asumir que, al menos por un tiempo, va a continuar".La ambigüedad que el Gobierno central ha achacado muchas veces a los nacionalistas vascos es, en todo caso, una ambigüedad por partida doble, y es necesario recobrar el "espíritu de 1979", en torno a un pleno desarrollo del Estatuto de Guernica, para encontrar un punto de diálogo. El Iendakari comenzó haciendo una autocrítica contra su propio partido: "En el País Vasco no se ha dicho toda la verdad a propósito del Estatuto de Guernica", porque fue presentado como un estatuto de mínimos, cuando en realidad es, caso de ser desarrollado lealmente, "una herramienta verdaderamente histórica para recobrar la identidad de un pueblo y lanzarlo con garantías hacia el futuro".

Sin embargo, según Ardanza, no son menores las responsabilidades del poder central, que ha presentado con frecuencia la autonomía como un peligro, como algo a controlar; no se ha aceptado el hecho autonómico cuando cada ley de bases supone la merina, casi definitiva, de la capacidad autonómica en la materia de que se trate. "En definitiva, nos encontramos con que estamos en la necesidad de recordar de modo constante a la Administración central que el hecho autonómico es algo a partir de lo cual hay que actuar de forma diferente".

Auditorio concurrido

Sin embargo, Ardanza reconoció que por parte del Gobierno central comienza a manifestarse hoy una voluntad política "que yo tengo aquí lealmente que reconocer". "Yo rogaría que cada uno de ustedes se parara un momento a pensar si está o no perfectamente definido el proyecto autonómico español, cuando se nos achaca a los vascos que no mostramos con claridad cuál es nuestro proyecto de futuro". Hablando ante un auditorio extraordinariamente concurrido, en el que destacaba la presencia del ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra, Ardanza repitió que "no habrá autonomía en Euskadi si en España no hay democracia, pero no habrá democracia en España si en Euskadi no conseguimos una situación autonómica estable", haciendo alusión a que aún no están vencidas las tentaciones de llamar a un "salvador" en el caso de que las cosas no vayan bien.José Antonio Ardanza se refirió a la necesidad del pacto de legislatura con el partido socialista, asegurando que su Gobierno no renuncia a ampliar la política de acuerdo y negociación al abanico más amplio posible de formaciones políticas", con vistas a asegurar la gobernabilidad de Euskadi.

En el discurso de Ardanza, pronunciado poco después de que se hayan cumplido sus primeros 100 días al frente del Gobierno autónomo vasco, no faltaron referencias internacionales, entre ellas a la construcción de Europa y a la necesidad de definirse, dentro del marco occidental, como más próximos a Estados Unidos que a cualquier otro bloque.

"En este momento no se entendería que el Rey fuese a Euskadi", dijo anoche el Iéndakari al ser preguntado si, como actualmente está ocurriendo en Cataluña, el jefe del Estado podría en la actualidad realizar una visita del mismo género al País Vasco. "Hace falta que la situación se normalice, y yo espero lograrlo", añadió, para después asegurar que, tanto si el Rey como el presidente del Gobierno deciden ir a Euskadi -"y ellos tienen que pensar cuándo es más conveniente"- "yo los recibiré con toda cordialidad".

Ardanza justificó el hecho de no haber citado expresamente a ETA a lo largo de toda su conferencia en que "simplemente, no veía la necesidad; no tengo inconveniente ni empacho en citar esas tres letras, no en vano llevo 25 años conociendo a ETA".