La fiscal y la acusación privada del 'violador del Ensanche' cuestionan la legislación sobre delitos contra la honestidad
Las dos mujeres que ejercieron ayer en la Audiencia de Barcelona la acusación pública y privada en el juicio seguido contra Francisco López Maíllo, conocido por el violador del Ensanche, reclamaron durante la visita la necesaria reforma del Código Penal respecto de las agresiones sexuales, que consideraron "atávica" y falsamente proteccionista para las mujeres. La fiscal Carmen Tagle y la abogada Magda Oranich insistieron en la necesaria calificación de atentados contra la libertad sexual del individuo, en lugar de delitos contra la honestidad -como los configura el Código Penal, a pesar de la reforma de 1983- las cerca de 50 violaciones consumadas o frustradas a mujeres, presuntamente cometidas por López Maíllo.
Un total de 30 mujeres desfilaron ayer en la Sección Tercera de la Audiencia de Barcelona ante Francisco López Maíllo, al que todas ellas reconocieron sin mostrar dudas como autor de diferentes formas de robo con violación, abusos deshonestos y otras vejaciones. En todos los casos, según el testimonio de las mujeres, el "violador del Ensanche" actuó esgrimiendo un arma punzante, descrita por la mayoría de ellas como un cuchillo o punzón. El procesado, de 22 años de edad, de escasa estatura y aspecto enjuto, permaneció aparentemente tranquilo durante toda la vista, que se prolongó durante casi seis horas.Declaró López Maíllo no recordar en concreto sus agresiones, ni explicarse la razón de su comportamiento, aunque sí se atrevió a afirmar que Ias mujeres consentían las violaciones, porque una mujer que no quiere hacerlo, no puede ser violada". En otras aseveraciones respecto de las agredidas, aseguró que "era como si estuvieran en la calle", sin precisar después en que consiste para él este último concepto.
Sólo cuatro mujeres han comparecido en la causa como acusación privada, mientras que el resto, después de presentar la mayoría de ellas denuncias con posterioridad a la detención de López Maíllo, ha actuado como testigo. Temblorosas algunas, con firmeza otras, la mayoría de las agredidas pertenecen a un mismo tipo de mujer, entre los 25 y los 35 años de edad, de una amplia gama profesional, desde una dependienta hasta una maestra o una doctora en medicina. Las mujeres coincidieron en relatar las agresiones con una misma dinámica de intimidación, con incluso amenazas de muerte, que precedieron a los robos y las violaciones.
La calificación definitiva de los hechos efectuada por la. fiscal y la acusación privada contiene 28 y 29 delitos, respectivamente, de robo con violación consumada, además de otros varios en grado de frustración. Las penas solicitadas alcanzan a cerca de 800 años de prisión mayor, de los que López Maíllo no podrá cumplir más de 30. Oranich afirmó en su informe que, a pesar de que el Código no ha reformado la necesidad de la penetración vaginal para considerar consumada una violación, el propio auto de procesamiento de López Maíllo considera violada a una mujer que fue objeto de una penetración anal.
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