La tercera guerra mundial

Me dirijo a su periódico en relación con la proyección por la televisión de España de la serie La tercera guerra mundial. Como es bien conocido, esta cinta fue filmada al otro lado del océano, en Estados Unidos, por el encargo social por parte de aquellos quienes de veras aman a la paz. Justamente de este hecho proviene la obvia esencia del contenido de la serie de presentar a la Unión Soviética como fuente del peligro de la guerra, así como culpable de una nueva guerra mundial.

La tercera guerra mundial es uno de los peores ejemplos de la basura cinematográfica norteamericana, un heredero directo de la producción propagandística, saturada de antisovietismo, del Hollywood de las alturas de la guerra fría. En razón de eso, no podemos contener nuestro asombro ante el hecho inexplicable de que esta chapuza cinematográfica con la marca registrada de aquellas fuerzas en Estados Unidos que son bien conocidas como hostiles a la causa de la paz de repente se puso en el programa de la televisión estatal de España.

Es bien sabido que la URSS lucha consecuentemente por la paz, por la prevención de la amenaza de un nuevo conflicto mundial, que se convertiría en la catástrofe nuclear, amenazando la vida propia en la Tierra. También es vastamente conocido en todo el mundo que en nuestro país la propaganda de. guerra es una acción que se penaliza por vía judicial. Por fin, todos saben que, precisamente sobre la base de la política de paz, mantiene la URSS sus lazos interestatales incluso con España, país con el que se han establecido buenas y prósperas relaciones, que se encuentran en auge.

Los sentimientos de una protesta fundada también los provoca el hecho de que esta falsificación cinematográfica, realizada a la manera de un westem nuclear, se presenta al público español en vísperas del 40º aniversario de la derrota del fascismo hitleriano ( ... ). La proyección de este género de chabacanada propagan d ístic.a tal como es La tercera guerra mundial se va en la dirección expresamente contraria y lleva el agua sólo al molino de quienes han elegido, en vez de la distensión y la cooperación internacional, el camino de la carrera armamentista, y en vez de las relaciones benévolas entre los pueblos, quieren sembrar la desconfianza, el miedo y enemistad entre ellos.-

Consejero de Prensa de la Embajada de la URSS en España.