El Parlamento griego se disuelve tras votar por segunda vez la reforma de la Constitución

El Parlamento griego se disolvió ayer como preludio de las elecciones generales anticipadas que se celebrarán el día 2 de junio. En la última sesión de la Cámara, los 165 diputados socialistas del PASOK lograron reunir, con los 13 comunistas y el auxilio de cuatro independientes, 182 votos para aprobar en segunda vuelta y, por mayoría de tres quintos, el cambio de la Constitución, para reducir sustancialmente los poderes ejecutivos del presidente de la República.Las enmiendas a la ley fundamental contaron con el voto en contra de 113 diputados, en su mayoría conservadores. "Es el pueblo quien debe decidir ahora. Buena suerte en sus respectivas campañas electorales", les dijo el presidente de la Cámara, loanis Alevras, socialista, a los diputados. Como se había anunciado, las elecciones generales anticipadas se celebraran el 2 de junio. La nueva Cámara deberá ratificar los cambios constitucionales.

La crisis empezó hace dos meses, cuando el jefe del Gobierno, Andreas Papandreu, se decidió a dar un bandazo de aproximación a los sectores más izquierdistas de su electorado, negándose a apoyar la reelección del líder histórico de la derecha, Constantino Caramanlis, para el cargo de presidente de la República. Caramanlis dimitió, finalmente, tras protestar por el proyecto del Gobierno de limitar los poderes del jefe del Estado.

Oficialmente, Papandreu despidió con todos los honores a Caramanlis, que en sus cuatro años de mandato junto a un Gobierno socialista no hizo uso de sus poderes de intervención en el Ejecutivo. Una de las lecturas posibles de la iniciativa del jefe socialista del Gobierno es que la moderada política interna de Papandreu, jalonada de retóricos ataques a la OTAN y a Estados Unidos, ha desilusionado a la izquierda del PASOK y, al mismo tiempo, hecho innecesario el arbitraje de Caramanlis.

En la Prensa y en su propio partido, Papandreu ha ofrecido otra lectura. El PASOK no pudo llevar adelante sus reformas en cuatro años, en parte debido a la presencia de Caramantis en el Ejecutivo. Los partidarios del cambio reciben así una nueva promesa, mientras que a los moderados el PASOK les pide que no se dejen seducir por los mensajes centristas del líder de la derecha, Constantino Mitsotakis, que poco antes del golpe de 1967 abandonó el partido centrista del padre de Papandreu.

Basado en el oráculo de las encuestas, Papandreu asegura que volverá a obtener la holgada mayoría de 172 escaños que consiguió el PASOK en 1981, lo que le permitiría gobernar sin recurrir a los 13 diputados comunistas. Pero todos esperan en Grecia la intervención de Caramanlis durante la campaña electoral. Fue éste el político que llevó a cabo la transición democrática tras el septenato de los coroneles, con el cheque en blanco de un electorado que asumió entonces por abrumadora mayoría el lema de Caramanlis o los tanques. Una alocución de Caramanlis en vísperas de las jornadas de reflexión electoral podría desviar hacia la derecha un importante paquete de votos.

Los observadores prevén una apretada lucha entre Papandreu, figura carismática que dirige el primer Gobierno de izquierdas de Grecia, y Mitsotakis, que la semana pasada sorprendió a los electores ofreciéndoles una reducción del precio de los coches importados.