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Exteriores, designa a cinco diplomáticos para ampliar la misión de España en la CEE

Andrés Ortega

Sorpresa y estupor ha causado en medios de la misión de España en la CEE el que el Ministerio de Asuntos Exteriores haya nombrado a cinco diplomáticos sin experiencia comunitaria para ampliar la plantilla de esta representación. También hay recelos en otros ministerios que no han sido consultados. "Mandar estas personas es poner en juego miles de puestos de trabajo" se dice en la misión, "y se está perdiendo la oportunidad de reorganizar el servicio exterior".

A partir de julio llegarán seis nuevos diplomáticos a la misión. Javier Elorza (como número dos), Ignacio García Valdecasas, Alberto Navarro, Luis Array, Emilio Fernández Castano y Angel Boixareu. Sólo este último ha estado en los últimos meses trabqiando en terrias comunitarios. Y tres de ellos van en comisión de servicios.El nombramiento de Elorza ha causado también estupor en un importante ministerio como es el de Hacienda, que no fue consultado, como al parecer tampoco fue consultada la Secretaría de Estado para las Relaciones con la CEE.

Esta situación choca con el alto grado de coordinación entre diversos ministerios que se logró en los últimos meses de la negociación -no sin dificultades- a través de la citada secretaría, que preside Manuel Marín y que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores.

La Presidencia del Grobierno había pedido que la reorganización de la misión -que tras la firma del tratado de adhesión debería empezar a convertirse en representación permanente española en la CEE- debía llevarse a cabo en coordinación con todos los ministerios implicados. Así, en las representaciones permanentes de la RFA, Bélgica y Reino Unido -por citar unos ejemplos-, si los números uno vienen del servicio diplomático, pero los números dos -los adjuntos- son altos funcionarios de los ministerios de Hacienda.

Negociación permanente

La verdadera negociación -permanente- de España con la CEE empezará tras la firma del tratado y se proseguirá toda la vida. Por ello, insisten los medios consultados, es importante ya reorganizar la misión o representación permanente, por medio de un organigrama negociado a nivel interministerial. Pues, después del verano, España participará en todas las reuniones que le interesen de la CEE. Lo único decidido hasta ahora es la construcción de un nuevo edificio (en el que unificarán los servicios españoles de cara a la CEE y de cara a Bélgica).

Sorpresa causa también el que al actual embajador español ante la CEE, Gabriel Ferrán -con una larga experiencia comunitaria a sus espaldas- se le haya ofrecido como próximo puesto la embajada en Viena. "¿Cómo se puede permitir España el lujo de marginar a una persona aside los temas comunitarios en estos momentos, cuando vamos a necesitar gente preparada en muchos sitios, incluido Madrid?", manifestaba un miembro de la misión.

"Estamos ante una oportunidad única de reformar el servicio exterior", manifiestan dichas fuentes que son tanto de Exteriores como de otros ministerios-, "y la embajada en la CEE será la más importante para España". Cada tema que se discuta implicará dinero y puestos de trabajo, "por lo que es absolutamente necesaria una buena coordinación de la Administración española, sobre todo, de los ministerios de Exteriores, Hacienda y Comercio, y Agricultura y Pesca". Por otra parte, no hay duda de que existe un cierto malestar en la misión española por la falta de reconocimiento de su labor en las largas negociaciones de adhesión de que ha sido objeto en las últimas semanas.

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