Comercios y pequeñas empresas de Parla cerraron ayer sus puertas en protesta por la inseguridad ciudadana

La totalidad de los comercios y pequeñas empresas de Parla, salvo las farmacias de guardia, cerró ayer sus puertas en protesta por la muerte reciente de dos personas en esa localidad en el transcurso de sendos atracos. Unos 1.500 vecinos se manifestaron al mediodía por las calles de la población tras una pancarta en la que se leía. "Justida y protección". La policía ha puesto en libertad al único detenido en relación con uno de los dos homicidios de la pasada semana.

El cierre de los establecimientos de Parla, convocado por la Asociación Profesional de Comerciantes, fue absoluto. Alcanzó hasta a los quioscos de chucherías para niños, los vendedores de Prensa, las entidades bancarias y los pequeños talleres e industrias de la periferia. Unos 1.200 locales echaron durante toda la jornada el candado, pese a que el Ayuntamiento había desaconsejado la medida y había informado que el cierre era ilegal y podía ser objeto de sanciones.Los comerciantes desoyeron al Ayuntamiento, "porque" según explicó Francisco García Fernández, presidente de su asociación profesional, "somos como una gran familia y hemos cerrado por defunción". Francisco García insistió en que el cierre "no es contra nadie" y añadió que "no espero sanciones por cumplir con nuestra obligación de guardar duelo por nuestro compañero Joaquín Gordo y el policía nacional Miguel Breganciano, ambos asesinados". Al ser informado de que la Policía Municipal había estado comprobando qué locales habían cerrado, García Fernández ironizó al decir que "lo tienen muy fácil, sólo tienen que mirar el censo de establecimientos de Parla".

La protesta de los comerciantes, a diferencia de las registradas con ocasiones semejantes en algunos barrios de Madrid, fue serena, sin que se escucharan voces reclamando venganza o consignas políticas contra el Gobierno y las instituciones.

Al mediodía, unos 1.500 manifestantes se concentraron ante el colegio Lope de Vega y recorrieron en manifestación las calles de Pinto, Macarena, Isabel II y Reina Cristina. Sólo se gritó una consigna, la misma que figuraba en la pancarta que abría la marcha: Justicia y protección. Ante la tienda de decomisos Emi, donde fue herido mortalmente el pasado miércoles el comerciante Joaquín Gordo, y el supermercado Vendemás, donde el día siguiente murió el policía Miguel Breganciano, los manifestantes realizaron sendos actos simbólicos: guardar un minuto de silencio, rezar un padrenuestro y depositar un ramo de flores.

Por otra parte, la comisaría de Parla puso en libertad el pasado sábado al vecino de Parla apodado el Willy, que había sido detenido por posible relación con los delincuentes que los investigadores suponen autores del atraco al supermercado Vendemás.

Manifestación en Madrid

El Willy fue detenido por primera vez a las seis de la madrugada del viernes y puesto en libertad unas tres horas más tarde. Hacia el mediodía del viernes fue de nuevo trasladado a la comisaría de Parla, de donde salió en libertad al cabo de 24 horas. La policía negó oficialmente el viernes que se hubieran producido detenciones relacionadas con los dos homicidios de Parla.Por otra parte, la Confederación de Apymes de la Autonomía de Madrid, que agrupa a unos 27.000 comerciantes y pequeños empresarios, celebró anoche una reunión para estudiar la convocatoria de una gran manifestación en Madrid, a celebrar en mayo, como protesta por la inseguridad ciudadana.