La policía estima que una niña hallada muerta junto al Segura fue asesinada

La niña de nueve años Mari Carmen Santiago Navarro, que había desaparecido de su domicilio el pasado domingo día 14, fue encontrada muerta a última hora de la tarde del viernes, a la orilla del río Segura, en las afueras de Murcia. El cuerpo de la niña presentaba grandes mutilaciones, ya que debía de llevar muerta al menos dos días y había sido devorada por alimañas.Según la policía, la niña murió asesinada, si bien los resultados de la autopsia del forense todavía no se conocen, ya que parte de las vísceras y según parece también el cuello han sido remitidos a Madrid para su estudio. De todas formas, la policía todavía no tiene ninguna hipótesis más o menos segura sobre cómo pudieron desarrollarse los hechos. Mari Carmen Santiago vivía con su familia en el barrio de San Basilio, de Murcia, una zona con gran densidad de población gitana y de nivel económico modesto.

Todo el grupo de homicidios de la Policía Judicial está dedicado de pleno a las investigaciones para intentar esclarecer los móviles del suceso, que de momento están bastante confusos.

Desde el domingo por la noche, cuando los padres de Mari Carmen echaron en falta a la niña, toda la comunidad gitana se movilizó por los alrededores de Murcia e incluso por la zona de Alicante en busca de la niña, sin que sus pesquisas dieran ningún resultado. En su intento por localizarla visitaron a varias videntes para ver si con su ayuda podían lograr alguna pista que los llevase hasta el paradero de Mari Carmen. Una de las videntes afirmó que la niña se encontraba aproximadamente a un kilómetro y medio hacia el norte de la vivienda familiar, y efectivamente fue aproximadamente a esa distancia y en esa orientación donde fue hallado el cadáver.

En el barrio de San Basilio son múltiples las hipótesis que se apuntan sobre las posibles causas de este suceso; entre ellas, que la persona o personas que raptaron a Mari Carmen se equivocaron de niña, ya que en realidad iban en busca de otra cuyos padres se dedican, al parecer, al tráfico de drogas. Sin embargo, esta posibilidad es descartada por la policía.