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Gorbachov da un toque populista al Kremlin

Pilar Bonet

Las excursiones de reconocimiento realizadas por el jefe de Estado soviético, Mijail Gorbachov, por las calles y fábricas de Moscú han causado gran sorpresa a los habitantes de la capital, quienes recuerdan que ningún máximo dirigente de la URSS desde los tiempos de Nikita Jruschov había tomado iniciativas populistas semejantes a ésta.

En dos jornadas de trabajo, el 16 y el 17 de abril, Gorbachov se paseó por el distrito de Proletarski, uno de los de mayor concentración industrial de la ciudad. En este barrio acudió a la fábrica de automóviles Ligachov, una de las mayores de la URSS, donde conversó con obreros y jefes. Además fue a la escuela 514, donde habló con maestros y alumnos, y estuvo también en la clínica número 53. Para completar las jornadas, Gorbachov fue huésped en la casa de la familia Nikishin, donde la albañil Tamara y el obrero Viacheslav, con los hijos de ambos, le ofrecieron el té en el tresillo, junio al samovar, de acuerdo con las fotografías mostradas en la televisión soviética.La visita de Gorbachov a los trabajadores de Moscú se había estado organizando durante 15 días, según fuentes soviéticas, pero fue una sorpresa para una parte de los visitados. Por ejemplo, la escuela 115 estuvo preparándose para recibir al ilustre huésped y los alumnos iban a clase, un día tras otro, en su uniforme de fiesta. Pero, en el último momento, la escuela elegida fue la 514 y los dirigentes acudieron en un pequeño autobús, y no en el tradicional shaika, que es el vehículo habitual de los altos cargos soviéticos. Gorbachov iba acompañado del jefe del partido en Moscú y miembro del Politburó, Víctor Grishin.

En la fábrica Ligachov, Gorbachov se acercó a la prensa de metal, donde las condiciones de trabajo son más duras, y no al lugar que le habían preparado, los cuadros del partido, y durante su conversación con los trabajadores, la producción no se paré, señalaron las fuentes. Según Pravda, en la conversación, los trabajadores se refirieron a la necesidad de mejorar el aprovisionamiento y se propuso ofrecer complementos salariales en función de la permanencia en la empresa para evitar la movilidad laboral, que afecta fuertemente a la empresa Ligachov y que la obliga a contratar mano de obra fuera de Moscú. Esta mano de obra, denominada limitchiks, es alojada en residencias y, tiene derechos limitados. Entre los limitchiks, la incidencia del alcoholismo es notable y los problemas sociales son numerosos. En la escuela, Gorbachov se interesó por la forma y la futura utilización de ordenadores en el proceso de enseñanza. En la clínica surgieron los temas de los salarios del personal y el aprovisionamiento con medicamentos.

El telediario nocturno Vremia informó el miércoles de las visitas del dirigente y las ilustró con varias fotos de un Gorbachov relajado y distendido.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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