Tres heroinómanos retienen durante dos horas a cinco rehenes en una caja de ahorros
Tres jóvenes heroinómanos, con edades comprendidas entre los 18 y los 23 años, realizaron ayer un espectacular atraco en la sucursal de la Caja de Ahorros de Valencia en Alboraya, localidad muy próxima a la capital, y retuvieron a cinco rehenes mientras exigían una dosis de droga para superar el síndrome de abstinencia. El suceso, que se había iniciado a las 11.30, tuvo su desenlace minutos antes de las dos de la tarde, con la presencia del abogado de uno de ellos y la promesa de que serían atendidos por personal médico.
Las dos largas horas transcurridas entre tanto tuvieron como protagonista a un público masivo y dividido en opiniones enfrentadas. Incluso una asociación dedicada a la rehabilitación de toxicómanos se ofreció como intermediaria con los jóvenes drogadictos, opción que fue rechazada por la Guardia Civil, quien en todo momento negoció con los atracadores. En cualquier caso, lo que sí pudo constatarse fue la presencia de numerosos jóvenes en el lugar, quienes directa o indirectamente, exigían a las fuerzas públicas, y a los medios de comunicación una mayor comprensión hacia estos jóvenes heroinómanos y que no fueran tratados como simples delincuentes.Sin embargo, lo cierto es que al menos dos de ellos poseen un amplio historial delictivo y tienen diversos asuntos pendientes con la justicia. Se trata de José Joaquín González Fernández, alias el Nazareño, de 23 años de edad, y José Luis Amat Pérez, de 20 años, y de alias el Trompeta, por su afición a confeccionar canutos de gran tamaño. Sobre la identidad del tercer atracador se sabe que su nombre es Mariano y que tiene 18 años, al parecer sin antecedentes penales. Según el abogado que ha intervenido en la negociación con la Guardia Civil, Miguel Alonso Egea, los dos primeros son consumidores habituales de heroína, y en su opinión es muy probable que sea ésta la causa que les ha llevado a la delincuencia. Según el abogado, el Nazareño y el Trompeta le habían manifestado su intención de abandonar el país para evitar las largas condenas que les aguardan, aunque posponían su marcha por la necesidad inmediata de conseguir los tres gramos de heroína que el propio José Luis ha confesado inyectarse diariamente.
El atraco fue perpetrado por los tres jóvenes hacia las 11.30 horas. Su intención, según confesaron a través del diálogo mantenido con diversas emisoras de radio, era la de obtener dinero para comprar la droga. Según estas mismas confesiones, los tres habían llegado hasta la entidad bancaria en un coche, acompañados por la esposa de uno de ellos y la novia de otro, quienes se quedaron en la puerta sin tener idea de las intenciones de sus compañeros.
Los tres atracadores decidieron hacerse fuertes en el banco al comprobar que habían sido descubiertos por una patrulla de la Guardia Civil que se encontraba haciendo la ronda, quedando como rehenes tres empleados del banco y dos clientas.
Como arma portaban una escopeta de cañones recortados sin municiones, y la única amenaza que pronunció uno de ellos fue la de suicidarse si no se le facilitaba el coche solicitado para la huida. La rendición se produjo sin incidentes, dejando libres a las dos mujeres primero y entregándose ellos a continuación. Los atracadores fueron conducidos al cuartel de la Guardia Civil, que a la hora de cerrar esta edición (22 horas), todavía no había facilitado dato alguno sobre el suceso.
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