El Ayuntamiento de Valladolid suprimirá de inmediato el recargo del 3,5% sobre el IRPF

El Ayuntamiento de Valladolid, con mayoría socialista, suprimirá el recargo municipal del 3,5% sobre la cuota líquida del IRPF, previsto para 1985. Antes de proceder a la retirada definitiva, el grupo de concejales socialistas expondrá el tema ante el congreso provincial del PSOE que se iniciará mañana. Si recibe el visto bueno, como parece seguro, la supresión se hará efectiva inmediatamente después.

Este proceso de consultas se debe a que la agrupación socialista vallisoletana apoyó fuertemente al Ayuntamiento cuando éste decidió implantar el recargo, y recibió por ello numerosas críticas. "Por tanto", señaló el alcalde, Tomás Rodríguez Bolaños (PSOE), "creemos ahora necesario consultar con el partido". El acuerdo de proponer la supresión del recargo se tomó poco después de conocerse la retirada de una medida similar propuesta en la Comunidad Autónoma de Madrid pero no fue hecho público hasta ayer, iniciativa que también secundará el Ayuntamiento de Guadalajara, bajo control socialista. El grupo de concejales socialistas no está dispuesto, sin embargo, a retirar el recargo municipal del 4% aplicado en 1984, debido a los problemas que plantearían tanto la devolución del dinero a los que pagaron como la paralización de obras sufragadas con el dinero recaudado. El recargo de 1984 sólo fue abonado por un 45% de los vallisoletanos. El Ayuntamiento recaudó 200 millones frente a los 428 que había previsto y que Hacienda adelantó. Para 1985 las previsiones eran de 480 millones. La supresión obligará a ajustar a la baja el presupuesto de inversiones o a contabilizar como gastos los 480 millones que se habían incluido en el capítulo de ingresos.

Para el socialista Manuel González, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, el motivo de la supresión es la confusión reinante y la posibilidad de que ésta desembocara en la desobediencia civil. Coosidera, no obstante, que "filosóficamente continuamos estando a favor del recargo, porque es el impuesto más progresista que se puede poner". Otras fuentes socialistas criticaron la postura del PSOE a nivel nacional,- "que ha llegado a desorientarnos por su ambigüedad; esto ha dado lugar a la paradoja de que los socialistas hayamos tenido que defender el recargo allí donde somos mayoría y lo hayamos criticado donde estamos en la oposición".