Miguel Ríos tendrá que pagar 4,5 millones por haberse negado a cantar en Segovia
El cantante español de rock Miguel Ríos tendrá que pagar una indemnización que asciende a 4.538.000 pesetas a la empresa organizadora de un recital suyo en Segovia, al haber desestimado el Tribunal Central de Trabajo un recurso de casación presentado por el propio cantante. El recital, que debía haberse celebrado en esta localidad en julio de 1982, no llegó a iniciarse. Miguel Ríos alegó entonces que, debido a la lluvia caída horas antes, existía peligro por encontrarse mojado el equipo electrónico.
La citada empresa, relacionada con la agencia de publicidad Publox de Segovia y creada expresamente para la organización del recital, figurando como uno de los promotores Miguel Ángel García Barrio, demandó a Miguel Ríos ante la Magistratura Provincial de Trabajo de Madrid al negarse éste a actuar en un recital que se debería haber celebrado en la plaza de toros segoviana el 29 de julio de 1982. Por decisión de Miguel Ríos, que no llegó a salir de Madrid, el recital, que iba a ser presenciado por unas 9.000 personas, se suspendió, alegando que, debido a la lluvia caída horas antes, existían razones de peligro por encontrarse mojado el equipo electrónico.La suspensión del concierto del famoso rockero crispó a varias de las personas que habían adquirido localidades, teniendo que ser disueltas por fuerzas de la Policía Nacional al producirse lanzamiento de piedras y botellas contra la entrada del recinto taurino, en el que se encontraban en ese momento los organizadores del recital, el representante de Miguel Ríos, Jaime Torregrosa, y algunos periodistas.
En la demanda interpuesta se solicitaba una indemnización de 5.100.000 pesetas, pero una sentencia dictada por la Magistratura Provincial de Trabajo de Madrid, en febrero de 1984, obligaba a pagar a Miguel Ríos la cantidad de 4.538.000 pesetas, lo que tendrá que hacer ahora al haberse desestimado el recurso de casación.
Miguel Ríos, por su parte, manifestó que acataba la sentencia aunque se consideró sorprendido ya que "por cobrar un millón de pesetas para todo el equipo -incluidos todos los gastos- te obliguen a pagar una indemnización de más de cuatro y medio".
Babelia
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