La bolsa se durmió celtibérica y se despertó europea
El término de las negociaciones de España en Bruselas para integrarse en la CEE no sólo ha marcado la evolución del mercado bursátil la pasada semana, sino toda la vida económica y política del país. El índice general ha ganado 44 centésimas en la semana, mientras que ha perdido 79 en el mes.Los operadores, que ya habían descontado en buena parte el tema comunitario, han centrado más su atención en la deteriorización de las magnitudes macroeconómicas -aumento de la inflación, descenso de las exportaciones- que en la propia dinámica del mercado del dinero. Precisamente esta semana, y en abierta oposición a la anterior, el precio del dinero en el interbancario ha descendido (9% en las operaciones a un día).
El Banco de España cedió el viernes el control monetario al suprimir la subasta de préstamos de regulación, ya que el jueves sólo se adjudicaron 22 millones de pesetas. Ese hecho tiene su origen, básicamente, en el aumento de liquidez -más de 200.000 millones de pesetas- causado por los vencimientos de pagarés del Tesoro, que no han sido compensados con las nuevas emisiones.
Ese exceso de liquidez, por otra parte, no se traduce en una mayor entrada de capital en bolsa, ya que la parte que le correspondía parece estar ya debidamente colocada. No hay que olvidar que en el primer trimestre de este año la negociación equivale al 50% del total registrado en 1984. Y eso a pesar de que este volumen ha sufrido en marzo un descenso del 35% respecto a los dos meses anteriores.
Esa especie de pesimismo, o de cautela, es más palpable entre los inversores institucionales, que tampoco olvidan el empeoramiento del comercio exterior -en parte causado por el encarecimiento de la peseta-, que si bien tiene repercusiones favorables para las compañías eléctricas y para otras sociedades que tienen créditos en la divisa estadounidense, será perjudicial para las empresas exportadoras, que ven disminuido su nivel de competitividad. A ello se unen las interrogantes abiertas respecto al alcance del acuerdo establecido con la CEE y que está pendiente de un análisis por sectores y por empresas concretas.
Paralelamente, el mercado ha. demostrado su capacidad para no descender más allá de la cota 111%, confirmando que los valores se encuentran asentados a unos precios que oferta y demanda aceptan implícitamente. Muchos inversores particulares compraron a precios más elevados y ahora ni pueden salirse ni pueden continuar operando con comodidad, mientras que las instituciones esperan que se vayan despejando todas las incógnitas apuntadas. Así, aunque en las tres sesiones de esta corta semana se registre algún repunte, el mercado parece encaminarse a una fase de meditación.
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