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Demanda del ministro del Interior contra EL PAÍS

Barrionuevo demanda a la editora y al director de EL PAIS por las informaciones sobre el 'caso Brouard'

El ministro del Interior, José Barrionuevo Peña, presentó ayer demanda civil contra la empresa Promotora de Informaciones, SA, editora de EL PAIS, y Juan Luis Cebrián, director de este diario, por presunta vulneración ilegítima del derecho al honor en relación con informaciones publicadas sobre el asesinato del dirigente de Herri Batasuna Santiago Brouard. Cebrián manifestó ayer que la demanda del ministro del Interior no se sostiene ni jurídica ni políticamente. En el terreno legal, la ley que aduce excluye claramente de su protección a las personalidades públicas en el ejercicio de sus cargos. En el terreno político es insólito, y preocupante, ver al ministro de la policía amenazar de esta forma al director del un periódico".

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Juan Luis Cebrián afirmó, tras tener conocimiento de la presentación de la demanda: "Estoy convencido de que los tribunales darán la razón a EL PAIS y sólo deseo que el Ministerio del Interior sea capaz de aclarar cuanto antes quién asesinó a Brouard. Eso ayudaría sin duda a mejorar la imagen de eficiencia del señor Barrionuevo, cuya permanencia en el Gobierno es una ofensa a cuantos creyeron las promesas de cambio hechas por los socialistas".El juez decano de Madrid, Salvador Domínguez, facilitó a última hora de la mañana de ayer una nota informativa en la que se afirma que "José Barrionuevo, ministro del Interior, ha presentado, a través de su representación legal, en la oficina de Reparto Civil, demanda civil contra Promotora de Informaciones, SA (compañía editora del diario EL PAIS), y contra su director, Juan Luis Cebrián, por vulneración ilegítima en el derecho al honor, al amparo de la ley orgánica 1/82 del 5 de mayo, de Protección del Derecho al Honor". La demanda ha correspondido, tras el pertinente reparto, al Juzgado de Primera Instancia Número 16 de Madrid, cuyo titular es Ernesto González Aparicio.

El portavoz del Ministerio del Interior, Julio Fernández, a requerimiento de este periódico, manifestó que desconocía el asunto, puesto que Barrionuevo había interpuesto la demanda de forma personal y no como ministro del Interior, lo que contrasta con la nota informativa del juez decano, donde se recoge su cargo como titular del citado departamento.

El ministro del Interior reclama en la demanda las siguientes medidas:

- La declaración misma de que EL PAIS ha cometido una intromisión ilegítima en el honor del señor Barrionuevo y lo ha difamado.

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- La condena a publicar en primera página del periódico los considerandos y parte dispositiva de la sentencia, como medio de reparación de las lesiones causadas.

- Una indemnización cuantiosa por el daño moral sufrido (en la demanda se señala que la fijación de la indemnización debe establecerse en ejecución de la sentencia "para ofrecer al juzgador entonces una más exacta determinación de las bases que han de servir para fijarla").

- Condena a los demandados al pago de las costas y gastos causados.

Críticas fuera de lo normal

En la relación de hechos de la demanda se asegura, entre otras cuestiones, que EL PAIS, desde la toma de posesión de Barrionuevo como ministro del Interior, "ha sostenido imputaciones y formulado críticas que se salen por completo de lo normal y que, desde luego, han sobrepasado, con creces, los límites lícitos de la libertad de prensa hasta quebrantar el honor del señor Barrionuevo en términos que resultan jurídicamente inadmisibles".

La pretensiones de la demanda tienen como base fáctica exclusivamente las informaciones del diario EL PAIS sobre el caso Brouard y son, según el escrito referido, "un verdadero supuesto límite en el que es particularmente pertinente que, desde la vía judicial, como está indicado en nuestro sistema constitucional, se muestre a un periódico en qué medida está mal utilizada una libertad, como la de prensa, rebasando con mucho los límites de su lícito ejercicio, y también que se le hagan ver los daños que de su actitud se derivan para la convivencia en paz de una sociedad democrática".

En la demanda se pormenorizan en distintos apartados las informaciones de este diario sobre el ministro del Interior. El escrito califica las imputaciones de El PAIS sobre el caso de "gravísimas". Algunos de los apartados mencionados tienen los siguientes títulos: Descalificaciones genéricas, menosprecio e improperios totalmente innecesarios para el ejercicio de la crítica libre; Incumple las obligaciones del cargo. Sus métodos son propios de la dictadura pasada y de regímenes totalitarios; y Complacencia en vulnerar las reglas del Estado de derecho".

La demanda, que aporta numerosos ejemplares de este periódico, afirma que ha sido rara la semana "en que los españoles no han tenido la oportunidad de desayunar con un editorial de EL PAIS donde se vierten, normalmente en tono furibundo, toda clase de valoraciones sobre un ministro del que suelen afirmar que es 'torpe', 'inhábil para el ejercicio de su responsabilidad', 'indigno de los votos que el PSOE obtuvo en 1982', 'conservador de los métodos de la dictadura', 'amenazador de multitudes', 'conculcador de las garantías constitucionales', 'Indiferente y despreciativo para con las libertades', 'represor injusto y bárbaro', 'incumplidor de sus obligaciones', 'obstaculizador de la justicia', 'habitual practicante de la desviación del poder', etcétera".

Lesiones al honor

En las informaciones sobre el caso Brouard las lesiones del honor del señor Barrionuevo han llegado a límites humanamente intolerables, de manera que la exigencia de reparación por la vía judicial era ya obligada", según la demanda.

Todo se inició con una información publicada en EL PAIS en primera página, con el siguiente antetítulo: "Barrionuevo pidió a Burón

[fiscal del Estado] el relevo del fiscal Emilio Valerio". Emilio Valerio Martinez de Muniáin fue el fiscal relevado de la investigación de este caso, tras unas declaraciones en las que afirmó que determinadas instituciones del Estado podían tener conocimiento del atentado y éste podía haberse evitado.

Tras el relato de toda la información que configura el llamado caso Brouard en este diario, se hace en. la demanda una breve valoración de los hechos y repercusiones de esas informaciones de EL PAIS en el resto de la Prensa. La demanda indica que no es pensable un atentado mayor al honor de una persona que está ocupando el cargo de mayor responsabilidad en materia de seguridad pública y de protección de las libertades, "que la acusación de que margina todas las exigencias del Estado de derecho", y la insinuación de "consentir la existencia de bandas criminales para combatir a los terroristas" o de proteger a unos servicios de inteligencia" o a fuerzas policiales o parapoliciales "para que se determine la conexión con el asesinato, haciendo imposible de esta manera el esclarecimiento de los hechos". (Se refiere al asesinato del dirigente de Herri Batasuna Santiago Brouard),

Agravios intencionados

Al resumir la demanda las informaciones sobre el caso Brouard publicadas por EL PAIS, en un "contexto de agravios intencionados y, constantes", las concreta en los tres siguientes puntos:

1. Que el asesinato de Brouard está promovido o ha sido llevado a término con el consentimiento del aparato policial del Estado. .

2. Que cuando este aparato ha pretendido ser investigado, ha manifestado su profundo malestar.

3. Que el señor Barrionuevo ha salido en defensa de dichos servicios haciendo lo necesario para impedir la investigación de dicho asesinato.

En los "fundamentos de derecho de la demanda" se especifica que las acciones que se siguen en este proceso son las reguladas en la ley orgánica 1/82, de 5 de mayo, de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Se aporta numerosa jurisprudencia, entre la que destacan las primeras sentencias que aplican la citada ley, para señalar que "ningún caso examinado hasta hoy por la jurisprudencia reviste la gravedad del planteado ahora".

Alega que el agraviado es un ministro, y que en la agresión, "no sólo negligente sino malévola y dolosa, se pone en cuestión no sólo el honor del señor Barrionuevo como persona, sino, ya que su persona es inseparable del cargo que ocupa en la actualidad, también las instituciones básicas del sistema democrático, que, de aceptarse lo que EL PAIS ha difundido, funcionarían no según las exigencias de un Estado de derecho, sino al margen de toda legalidad, practicando un fanático y judicialmente incontrolable terrorismo de Estado".

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