El cese de los mandos de la Policía Nacional está motivado por su postura desfavorable a la reforma policial

La destitución de ocho jefes militares de la Policia Nacional está motivada por su reconocida postura desfavorable a la reforma policial, que incluye la desmilitarización de este cuerpo y su posterior unificación con el Cuerpo Superior. Esta "enérgica" medida del Ministerio del Interior ha sido desencadenada por las presiones ejercidas por mandos militares contra la desmilitarización. Además de los siete jefes militares destituidos en la noche del martes, ayer lo fue el comandante jefe de los servicios jurídicos de este cuerpo, Arturo Beltrán Núñez.

El proceso de deterioro de la imagen de la Policía Nacional -iniciado con el encierro de la compañía antidisturbios de León contra el jefe de la unidad, las denuncias de los sindicatos policiales y las presiones de los mandos militares destinados en el cuerpo- desencadenó esta postura del Ministerio del Interior, cuyos altos cargos decidieron, a lo largo de una prolongada reunión en la tarde del martes, el cese de los ocho jefes militares. En el relevo de estos mandos y en la posterior remodelación que tiene planteada el Ministerio del Interior se consultó con el inspector general de la Policía Nacional, Félix Alcalá Galiano, hombre de reconocida fidelidad al departamento de Barrionuevo.Fuentes de la Dirección de la Seguridad del Estado sostienen que "la desmilitarización de la Policía Nacional no consiste en apartar a los mandos procedentes del Ejército". El Ministerio del Interior, añaden, establecerá próximamente las condiciones para que los mandos militares, aproximadamente unos 350, puedan quedarse en la Policía Nacional, con su estructura civil, o reingresen al Ejército. Su permanencia en el cuerpo estará en relación directa con su propio deseo y con la valoración del Ministerio del Interior sobre su capacidad profesional.

Estas mismas fuentes replican a las denuncias realizadas por los sindicatos indicando que: la unificación policial ya se inició el pasado año y, desde el decreto 669/84 publicado el 4 de abril de 1984 en el Boletín Oficial del Estado, la Policía Nacional pasó a depender del director general de la Policía, Rafael del Río. En ese mismo decreto también se ordena el traspaso de todas las competencias en materia de seguridad ciudadana a la Policía Nacional.

El Ministerio del Interior está estudiando nuevas remodelaciones de los mandos militares en la Policía Nacional y reconoce que es "urgente" la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado hasta ahora paralizada por el Gobierno. Esta ley distinguirá las competencias de cada cuerpo y realmente aclarará la anunciada reforma policial. La futura remodelación de mandos puede provocar nuevas destituciones, aunque no de forma inmediata sino paulatinamente.

Formación policial

En esta operación han sido cesados el jefe del Estado Mayor de la Policía Nacional, teniente coronel David Cervera; el comandante de los servicios jurídicos de la Inspección General, Arturo Beltrán; los jefes de las guarniciones, de Barcelona, Las Palmas, Logroño, Santander y Badajoz, así como el coronel jefe de la región policial de Canarias. También se ha ordenado la disolución de la compañía antidisturbios de León y el cierre de la Academia de Policía Nacional de Canillas (Madrid).

El cierre de este centro figuraba ya en los planes de enseñanza elaborados por la Dirección de la Seguridad del Estado para los cuerpos de policía, con el objetivo de la unificación policial, ya que se impartirá la misma formación en la escuela de Ávila a los policías uniformados y al Cuerpo Superior. La nueva escuela de Ávila comenzará a funcionar de forma unificada a finales de este año. En la escuela de Canillas no se impartía actualmente actividad académica alguna.

El Ministerio del Interior considera "básica" en la unificación policial la formación del futuro cuerpo y para ello se incrementarán el tiempo de los cursos y las materias con el objetivo de lograr una enseñanza de acuerdo con la requerida policía civil de una sociedad democrática.

El profesorado de estos cursos, cuya duración ahora se alargará a doce meses, será común para los dos cuerpos y dependiente de la división de Enseñanza de la Dirección General de la Policía.

También, afirman las mencionadas fuentes, el Ministerio del Interior ha unificado a los dos cuerpos las retribuciones desde el verano de 1984 y ha legalizado los sindicatos, medidas éstas que dan cuenta del proceso paulatino de unificación que esta llevando a cabo el departamento.