Fallece en Barcelona el arquitecto y diseñador catalán Antoni de Moragas

El arquitecto Antoni de Moragas i Gallissá falleció ayer víctima de una dolencia de páncreas. Mañana se celebrarán los funerales en Barcelona. Antoni de Moragas nació en Barcelona en 1913 y la propia circunstancia familiar lo orientó hacia la arquitectura, entendida no únicamente como técnica, sino como propuesta estética. Titulado en Arquitectura en 1941, firmó la reforma del cine Fémina de Barcelona en 1948 y dirigió la construcción de varios complejos vecinales, como las casas de la calle de Gomis de Barcelona. Fue impulsor de varias iniciativas culturales.

Miembro fundador del Grupo R, según Juli Schmid, "su formación técnica, así como su profunda preocupación humanista y sus cualidades creativas y de organización" le condujeron a impulsar iniciativas en muy variados frentes. Fue decano del Colegio de Arquitectos de Cataluña y Baleares (1964-66 y 1972-74) y fundó y presidió el ADI-FAD (1960-1972), entidad pionera en la formulación de la vanguardia española en el diseño. El Grupo R, asociación creada en 1951, por Oriol Bohigas, Josep A. Coderch, Joaquim Gili, Josep María Martorell, Josep María Sostres, Josep Pratmarsó y Manuel Vallas, se propuso insertar el estudio de la arquitectura dentro de una problemática estética y social. El Grupo R promovió concursos y seminarios así como la fundación del Centro de Información de Materiales para la Arquitectura y Decoración de la Casa. El grupo se autodisolvió en 1961.Con el fotógrafo Francesc Catalá-Roca realizó una casa cerca de la plaza Tetuán de Barcelona cuyos techos exteriores están decorados con fotos taurinas. Catalá-Roca manifestó ayer a este diario que la iniciativa fue del propio Moragas ya que él no era aficionado a la fiesta taurina. Catalá-Roca reconoció que Moragas influyó decisivamente en su trabajo posterior y en su interés por el tema arquitectónico.

El crítico de arte J.M. Corredor-Matheos manifestó a este diario que la importancia de Moragas no se basa únicamente en su obra como arquitecto sino en su figura de impulsor de diversas actividades culturales, "todas ellas dentro de la vanguardia de la imagen". Corredor-Matheos destacó el impulso dado por Moragas al diseño industrial a través del ADI-FAD. "Como decano del Colegio de Arquitectos impulsó la comisión de Cultura que, a principios de los años sesenta, bajo su mandato, tuvo un papel destacado en la actividad cultural catalana". Para Corredor-Matheos, Moragas fue el último ejemplo de prócer catalán pero sin anclajes, atento a la actualidad cultural de cada momento. Moragas era, asimismo, un gran coleccionista de cerámica. Xavier Folch, miembro del Consejo Asesor de Cultura de la Generalitat, recordó a este diario que coincidió con Moragas en la comisaría donde fueron trasladados tras la Capuchinada, encierro de reivindicación democrática y antifranquista celebrado en marzo de 1966 en la que participó Moragas siendo decado del Colegio de Arquitectos. El arquitecto J. M. Fargas, que fue decano del Colegio entre 1970 y 1971, destacó la labor de Moragas al frente de la entidad colegial ya en el período en que fue secretario del citado Colegio. "De talante demócrata, sorprendió a quienes pensaban que su espíritu conservador no le permitiría tomar iniciativas en el terreno de las denuncias urbanísticas o en la aplicación estricta de las incompatibilidades profesionales".

El arquitecto Federico Correa se mostró muy impresionado al conocer la noticia del fallecimiento de Moragas, y manifestó a este diario que "Moragas es un personaje importantísimo, básico, de la arquitectura catalana de los últimos 30 o 40 años y una figura ejemplar para toda mi generación".

Correa recordó la época en que Moragas formó parte del grupo arquitectónico R, su período como decano del Colegio de Arquitectos y luego su presidencia del Fomento de las Artes Decorativas, y señaló que el fallecido "fue siempre un trabajador incansable, que participó en los movimientos reivindicativos de su época y estuvo vinculado a todo lo que fuera apertura en el campo cultural". Federico Correa destacó su labor como diseñador alrededor de los años cincuenta y se refirió a una manilla de puerta que "es un clásico, un diseño permanente".

Moragas era consejero de la editorial Edicions 62, había recibido la Cruz de Sant Jordi de la Generalitat en 1984, fue presidente del consejo de administración del semanario catalán El Món durante su primer año de existencia y era miembro del Consejo Asesor de Cultura del conseller Joan Rigol. Había sido consejero de Banca Catalana por lo que había sido incluido en la querella del ministerio fiscal.