Felipe González considera que el 'frenazo' en la negociación es "peligroso"
El presidente del Gobierno, Felipe González, consideró que el frenazo sufrido en la negociación con la CEE es "delicado e incluso peligroso", pero expresó a continuación su convicción de que esta negociación "se va a cerrar". El presidente telefoneó ayer a François Mitterrand para conocer las razones últimas del parón dado por Francia en el último minuto de las conversaciones con los ministros de la Comunidad.
El ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, a su regreso de la maratón negociadora de la pasada semana en Bruselas afirmó, en línea con lo manifestado por el presidente del Gobierno, Felipe González, que "puede haber acuerdo". Fernando Morán calificó la suspensión de las negociaciones en el último momento como "un incidente dentro del proceso". No obstante, manifestó que tenía "el convencimiento de que vamos a entrar en la Comunidad y los 10 países miembros terminarán por entender la postura española".Por otra parte, Felipe González aceptó ayer, tras mantener una conversación con el portavoz del Grupo Popular, Miguel Herrero de Miñón, la celebración de un debate sobre el estado de las negociaciones con la CEE en el Pleno del Congreso de los Diputados la semana próxima.
El debate, aprobado por unanimidad ayer en la Junta de Portavoces del Congreso, tendrá lugar el próximo miércoles, con un carácter "puramente informativo" y no de control al Ejecutivo, porque, como explicó Herrero, "éste es un tema de Estado, y todos haremos lo que podamos para fortalecer la posición de la delegación española". El presidente había expresado poco antes ciertas reticencias a la celebración de un debate antes de que hubiese concluido la negociación, pero acabó cediendo a las peticiones del Grupo Popular.
Es "probable" que la delegación española vuelva a estar el jueves en Bruselas, "a menos que los diez de la CEE no lleguen a un ensamblaje suficiente como para hacer una oferta; si no llegaran a eso, que yo creo que sí, sería inútil estar", dijo el presidente, quien se mostró particularmente hermético sobre el contenido de su conversación con Mitterrand. Tan sólo se refirió a que "hay que trabajar" sobre determinadas actitudes de Francia: "No parece que haya elementos suficientes como para producir el frenazo, salvo que haya razones que no conocemos suficientemente". "No hay que alarmarse, pero tampoco echar las campanas al vuelo", fue su única recomendación.
El presidente del Gobierno reconoció que, "aparentemente", la actitud de Francia fue el "obstáculo de última hora", si bien se mostró muy cauto en su valoración de que esto fuera "el único elemento determinante". Felipe González insistió en mantener una actitud "racional y fría", sin dejarse llevar por alardes de optimismo o pesimismo.
Acudir a Bruselas
Una reunión de ministros de 10 países, opinó Gonzáez, "puede interrumpirse por cuaquier fleco, por lo que, cuando las perspectivas de acuerdo parecían inminentes, el presidente del Consejo de Ministros de la CEE no quiso "tirar las campanas al vuelo". Asimismo, resaltó la labor negociadora de la delegación española y dijo que ha defendido "con firmeza sus posiciones, sin perder los nervios a última hora".
En cualquier caso, todo indica que la delegación española estará presente en Bruselas para a reunión del próximo jueves. De hecho un miembro del equipo negociador que acompañó a Fernando Morán a Bruselas estaba seguro de que el próximo martes volverían a volar, en línea regular, a Bruselas. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, a su llegada al aeropuerto madrileño de Barajas, se mostró cauto y trató de disipar en la medida de lo posible la sensación de decepción.
Fernando Morán reconoció que en la maratón negociadora, que se inició el domingo y finalizó poco antes de la medianoche del jueves, todos habían hecho esfuerzos y que, bajo la presidencia italiana, se había conseguido llegar a un acuerdo sobre el paquete negociador. "Por las reacciones que teníamos de los diez parecía que todas las partes obtenían satisfacción", afirmó Morán, "sin embargo, en el último momento, una delegación elevó súbitamente las pretensiones por encima de lo que sabían que no podía ser aceptado por España, ante lo cual el presidente del Consejo de Ministros de Asuntos Esteriores de la CEE, el italiano Giulio Andreotti, decidió suspender las negociaciones".
Fernando Morán aseguró que España no cederá por debajo de los límites que perjudiquen a los sectores económicos de nuestro país. "Si Francia mantiene posiciones extremadamente desequilibradas", declaró, "no habrá acuerdo". Para Morán, no se trata de que España ceda o deje de ceder, sino de encontrar posiciones equilibradas entre las partes.
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