Crecen en Italia las reclamaciones para abolir la ley antiterrorista

RomaLa ley Reale, que desde 1975 concede a la policía italiana mayores poderes en la lucha antiterrorista, suscita en la actualidad crecientes manifestaciones del mundo político e intelectual en las que se indica que ha llegado el momento de su abolición.

Esta ley o "disposiciones para la defensa del orden público", que toma su nombre del entonces ministro de Justicia, el republicano Oronzo Reale, modificó algunas normas del Código Penal, concedió a la policía mayores posibilidades de intervención preventiva, aumentó las penas para los delitos graves contra el orden. público y limitó las disposiciones sobre la libertad provisional.

Se calcula que son ya más de 150 las víctimas inocentes fruto de esta ley. Es decir, que toda una serie de ciudadanos inocentes o simples rateros o gente asustadiza que no se detuvo ante alguna inesperada intervención policial por temer que se trataba dealgún atraco acabaron muertos por ráfagas de las metralletas de la policía. En otros casos, aun de terroristas, se piensa que la policía podía haber practicado la correspondiente detención sin necesidad de disparar a matar.

Impunidad

Ahora se atribuyen tales resultados a la impunidad concedida a los agentes por la ley Reale. El último suceso de este tipo se produjo la pasada semana, cuando cayó abatido con cuatro tiros en la nuca un ex miembro de Autonomía Obrera de Padua, el profesor Pietro Greco, de 39 años. Greco había huido hacía tres años y acababa de regresar de París, al parecer para entregarse y participar en el proceso del 7 de abril que se sigue contra este grupo. La policía, que le había seguido, le vio salir de la casa de un amigo con un paraguas en la mano y, en la creencia de que se trataba de un arma, le disparó sin darle tiempo a reaccionar.El asunto, que ha levantado mucha polémica, ha hecho que todos aquellos políticos que ya estaban considerando el cambio de la ley Reale hayan vuelto a poner con fuerza el caso sobre el tapete. Sobre todo porque es unánime el parecer de que Italia ha entrado ya en la fase del posterrorismo. Se tiene la impresión de que ha concluido el tiempo de la emergencia y de los años de plomo, como ha demostrado la misma Magistratura con la última sentencia del Tribunal de Segunda Instancia en el proceso Moro, que ha reducido sustancialmente las penas de los acusados.

Entre los que piden que se revise esta ley se encuentran el diputado Rino Formica, líder del Grupo Parlamentario Socialista; el democristiano Francesco Paolo Bonifacio, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado; los radicales, que ya en 1978 promovieron un referéndum para abrogarla; los comunistas, que votaron en contra en el momento de su aprobación, y el constitucionalista Stefano Rodota, que acaba de pedir en el semanario Panorama que se suspenda no sólo esta ley, sino que se acabe con la cultura que inspiró la emergencia terrorista.

Otros insisten en que las 150 muertes inocentes que se le achacan a, la ley Reale plantean un problema más de fondo: el de la preparación técnica y cultural de las fuerzas del orden y la necesidad de una mayor severidad contra quienes, dentro de las fuerzas de seguridad, aplican demasiado a la ligera la ley o abusan de los poderes que les han sido concedidos.