El canciller de la RFA, reelegido presidente del Partido Democristiano para otros dos años
El canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Kohl, de !4 años, fue reelegido por dos años más presidente del Partido Democristiano (CDU) en el 33º congreso, que se celebra en Essen, con el 91% de los votos emitidos. Kohl se decidió abiertamente por una continuación de la coalición de centro-derecha que gobierna en Bonn -democristianos (CDU-CSU) y liberales (FDP)- más allá incluso de 1987.
BonnKohl expresó su voluntad de continuar en coalición con los liberales, con un gesto insólito en la historia de los partidos de la RFA: el miércoles el nuevo presidente liberal, Martin Bangemann, acudió al congreso de Essen y dirigió unas palabras de saludo a los democristianos.Ni una palabra de saludo tuvo Kohl en el primer día del 33º congreso democristiano para el ausente y diligente presidente de Baviera y del partido hermano socialcristiano (CSU), Franz Josef Strauss, de 69 años. Ni siquiera un deseo de mejoría. Strauss no pudo asistir al congreso porque se encuentra en un balneario de Baviera para sanar una dolencia isquiática y reponerse de una gripe mal curada.
Strauss toma baños de fango y probablemente se habrá revuelto en el barro al ver en televisión al orondo presidente del FDP, Bangemann, dirigir la palabra a los congresistas democristianos en la noche del miércoles. El gesto es insólito en la RFA, donde los congresos de los partidos son una oportunidad para la propia exhibición ante las cámaras de televisión.
Kohl parece seguir la doctrina de su abuelo, el canciller Konrad Adenauer, que también prefería las coaliciones a las mayorías absolutas, porque se gobierna mejor amparándose en que un aliado no permite llevar a cabo el programa del partido. Esto lo ha demostrado Kohl en sus dos años y medio de Gobierno. Apoyándose en los liberales y su recientemente cesado presidente, el ministro de Exteriores Hans-Dietrich Genscher, el canciller Kohl ha sabido mantener a raya a su amigo Strauss.
La intervención de Bangemann y su presencia en el congreso de Essen causó malestar entre los democristianos, que no se explican ni aceptan la táctica de mantener con vida a los liberales a base de votos prestados. Cuando en Essen se difundió la noticia de que iba a hablar Bangemann, muchos delegados no se lo creían. Hubo momentos de incertidumbre. Bangemann esperaba en las oficinas de la organización a recibir luz verde. Cuando apareció en la sala hubo una fría acogida y hasta algunos pitidos aislados. El presidente del FDP se limitó a unas palabras de saludo y no pronunció un discurso porque el horno no estaba para bollos.
La jugada de Kohl y la dirección democristiana es arriesgada de cara a las elecciones del 12 de mayo en Renania-Westfalia, si la, cuenta de prestar votos a los liberales no bastase para ganar la mayoría de Gobierno. El órgano de la CSU bávara, Bayerkurier, comentó hace días el resultado de las elecciones parciales del 10 de marzo con la frase: "la operación fue un éxito, pero el paciente murió".
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