_
_
_
_
_

El Centro Dramático estrena en Madrid un vodevil basado en Calderón

La comedia No siempre lo peor es cierto sirve de base al espectáculo No hay burlas con Calderón, que el Centro Dramático Nacional estrenó anoche en la Sala Olimpia, de Madrid, y que presentó el pasado sábado en Valladolid. Ángel Facio, su director, ha preparado el montaje con 25 insertos de obras de Pedro Calderón, más 200 versos de su propia cosecha para engarzar las distintas situaciones dramáticas. El resultado es un vodevil en el que no chirría el traslado de las estrofas y clima escénico de Calderón a finales del siglo XIX, época en que se desarrolla la acción.

Ángel Facio señaló: "Mi trabajo ha consistido, sobre todo, en ordenar los textos, en efectuar un trabajo de selección, en suprimir giros sintácticos fuertes, pero respetando el hipérbaton que caracteriza al barroco español, y en dar a todo ello la armonía escénica que pretendo conseguir". Lo más complicado fue poner al día a Pedro Calderón, "sacar lo que hay debajo de sus versos, desvelarlo". Para Facio, el autor de La vida es sueño fue un "golfo madrileño, un publicista al servicio del poder y un traidor a su época; pero, amigo, escribía como Dios; creo que falseaba la realidad, pero no tanto como para que hoy, 300 años después, no sepamos leer entre líneas y sacar a la luz lo que hay debajo de sus textos".Ésta es la tarea que se marcó Ángel Facio cuando comenzó a preparar su No hay burlas con Calderón, obra subtitulada 'Ejercicios de estilo sobre textos de Calderón'. Como toda actualización de los clásicos suele ser polémica, Facio reconoce que el espectáculo "a lo mejor no gusta a los ortodoxos, a los profesores de literatura, pero creo que va a divertir a la gente si logramos encontrar el tiempo teatral y el desarrollo escénico adecuado". Ajuzgar por la respuesta del público vallisoletano, lo ha logrado. Los espectadores se divirtieron con un espectáculo en el que figura un sorprendente escenario montado por el polaco Mariusz Chwedczuk. "Ha sido", explica Ángel Facio, "un trabajo conjunto. Yo le pedí un retablo degradado y él tuvo la idea de hacerlo con muebles viejos y con numerosos planos, ventanas, entradas, salidas, corredores, etcétera; y al final, tras hablar y discutir mucho, surgió esto que puede considerarse una suma de la plástica de un escenógrafo y de las modestas ideas de un director que le fue diciendo lo que quería conseguir".

El escenario tiene 14 puertas, varios corredores, bastantes armarios donde esconder a los amantes y escuchar coinversaciones, y permite que en un momento determinado de la obra puedan desarrollarse simultáneamente cinco escenas distintas.

El espectáculo es una comedia de enredo con textos de Calderón trasplantada a finales del XIX y dotada de un ritmo que la transforma en comedia musical.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_