La niña secuestrada, devuelta a su madre por orden judicial

La niña secuestrada el pasado 3 de marzo en la Casa de Salud y Maternidad de Santa Cristina, de Madrid, fue entregada ayer a su madre, Mari Loles Vargas Mendoza, por decisión del titular del Juzgado de Instrucción número 28 de Madrid, Alberto Jorge Barreiro. Pese a que la madre fue dada de alta el pasado día 7, la recién nacida permaneció depositada hasta ayer en la maternidad. La medida, calificada de cautelar y de corta duración, había sido adoptada por el Juzgado de Instrucción número 31, que también entendió del caso.De todas las diligencias relativas a este suceso se ha hecho cargo el Juzgado número 28, cuyo titular, tal como había anunciado su colega del 31, ha estudiado en los dos primeros días de la semana el atestado elaborado por la Guardia Civil, para ver si del mismo se desprendían indicios de la posible participación de Mar¡ Loles en el delito. El juez ha concluido que "no hay pruebas claras contra la madre, por lo que ésta tiene todo el derecho a hacerse cargo de su hija". Alberto Jorge Barreiro añadió que "un niño tan pequeño, con quien mejor está es con su madre".

En cuanto a las dos presuntas implicadas en la desaparición y venta de la niña, que fue inscrita por su padre en el Registro Civil con el nombre de Noemí, sostuvieron ayer un careo en las dependencias del juzgado 28. Angelines Vidales, autora material del secuestro, y Victoria Mendoza, tía de la madre de la niña, fueron trasladadas desde la prisión de Yeserías hasta los juzgados de la plaza de Castilla.

El director de la maternidad de Santa Cristina, Fernando de la Torriente, ha matizado algunas de las informaciones publicadas la pasada semana acerca de su persona. El doctor De la Torriente confirmó que él fue el cirujano que atendió al doctor Juan Carlos Malo en el hospital Clínico poco después de que éste fuera apuñalado, pero señaló que el herido no falleció en el quirófano, sino, horas después de la intervención, en la UVI de dicho centro sanitario, donde le fue colocado un marcapasos. De la Torriente calificó de "errónea" la información facilitada por personal de la Maternidad según la cual él y Jose Manuel Fernández Pardo, padre de la niña, intercambiaron insultos y golpes y aseguró que se limitó a escuchar los calificativos que le dirigió el excitado padre.