Un reto renovador
La muerte de un gran político requiere no sólo la expresión de condolencia y la enumeración de sus méritos, sino también la valoración y comentarios políticos que no es habitual hacer cuando fallece una persona más modesta.La muerte de Chernenko no fue una sorpresa en nuestro país ni en el mundo exterior. La elección de Chernenko como líder del partido en febrero de 1984 no fue acompañada por expresiones de satisfacción de la población ni por las esperanzas de reformas progresivas. Chernenko era considerado como un político conservador del círculo próximo a Breznev. Además, Chernenko estaba ya gravemente enfermo y durante el último año los observadores políticos hacían más comentarios sobre su estado de salud y las perspectivas que se van a abrir con su desaparición que sobre las actividades de Chernenko, que no tuvieron ninguna significación especial.
El breve período durante el cual Chernenko estuvo al frente del país y del partido no se distinguió por ninguna iniciativa significativa ni en la política interior ni en la exterior, lo que produjo un brusco contraste con el período, igualmente breve pero muy dinámico, de la dirección de Andropov.
Chernenko, enfermo y débil, no supo obtener una influencia decísiva en la composición de la dirección del partido, y por ello su dirección no fue acompañada ni por un retorno a los peores hábitos de los últimos años de Breznev ni por el cese completo de las reformas, limitadas aunque muy importantes, comenzadas en la época de Andropov. Efectivamente, Chernenko, a pesar de los temores, resultó ser la mejor figura de transición. En su mandato se conservó la dirección colectiva. Él supo llenar durante su breve paso por el poder aquel vacío que se produjo en el país después de la muerte de Andropov.
Chernenko no era un activista estatal y político destacado y no dejó huellas importantes en la historia política de nuestro país. Menos de 24 horas después de la muerte de Chernenko, el pleno del Comité Central del PCUS eligió al nuevo secretario general, M. S. Gorbachov. Esto muestra que el tema de la sucesión en el poder estaba decidido anteriormente en la dirección del partido. La elección de Gorbachov me parece la mejor solución si se tiene en cuenta la actual composición del Politburó y del secretariado del Comité Central. Esta decisión significa un paso importante en la transición del poder en el país y en el partido hacia una nueva generación de dirigentes cuya promoción a los puestos de responsabilidad ocurrió ya después de la muerte de Stalin. Su pasado político no estaba ligado en absoluto con la época negra del estalinismo.
Gorbachov gozaba de la especial confianza de Yuri Andropov y supongo que Gorbachov continuará el programa de reformas limitadas pero enérgicas que comenzaron en 1983, que no fueron continuadas de forma significativa en 1984. Gorbachov tiene oportunidad de ampliar y profundizar significativamente estas reformas que tanta importancia tienen para el desarrollo de la economía y la sociedad soviéticas.
Gorbachov llegó hace relativamente poco tiempo al Politburó y entró en el grupo de los máximos dirigentes del partido. Por eso no tiene la experiencia política, la fama internacional y la autoridad moral que tenían en el momento de su elección al máximo puesto en el partido Andropov o Chernenko. Sin embargo, según las normas soviéticas, Gorbachov es un dirigente relativamente joven que no está agobiado por graves deficiencias físicas, que resultaron un serio obstáculo para Andropov y Chernenko en el cumplimiento de sus complicadas tareas. Gorbachov estará también libre de aquellas dificultades políticas que tenía Andropov, que estuvo 15 años al frente del KGB, y Chernenko, que fue el compañero más próximo a Breznev en los peores y estériles años de su dirección.
La biografía política de Gorbachov está prácticamente en su comienzo y la gente va a esperar más de él. Gorbachov comienza su actividad en una atmósfera de grandes expectativas y tendrá que hacer muchos esfuerzos y desplegar gran energía para justificarlas y abrir una nueva y positiva página en la historia de nuestro Estado Es muy importante que la actividad de Gorbachov, como líder del partido y del Estado, comience en el año del congreso del partido Esta circunstancia le da unas posibilidades suplementarias para fortalecer su base política, consolidar la dirección y formular sus prioridades y objetivos. Es también indudable que mucho en el futuro destino del PCUS y en el destino personal de Gorbachov depende del apoyo que pueda conseguir en todos los niveles de la dirección del partido y del Estado.
