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Presos de concienciaYUGOSLAVIA

Ivan Zografski

Ivan Zografski, médico traumatólogo retirado, de 70 años, se encuentra cumpliendo una pena de cárcel de cinco años y medio, se le confiscaron todas sus propiedades y se le expulsará de Yugoslavia cuando cumpla su condena, todo ello a causa de conversaciones informales en las que presuntamente criticó al país y a sus líderes.De nacionalidad búlgara pero residente en Sarajevo desde 1972, fue detenido en octubre de 1983 debido a comentarios que supuestamente formuló en conversaciones privadas "en su casa, en casa de amigos y en cafés y restaurantes", según Tanjug, agencia de Prensa oficial. Zografski fue procesado ante el Tribunal Regional de Sarajevo, donde se le acusó de criticar las condiciones imperantes en Yugoslavia, de insultar a líderes yugoslavos presentes y pasados y de negar la existencia de Macedonia, una de las seis repúblicas del Estado, con lengua similar a la búlgara.

Se sabe que está trabajando como médico en la prisión de Sreinska Mitrovica. Aunque a dos de sus hijos se les permitió visitarle brevemente, se cree que no se le permitió hablar búlgaro, a pesar de que ninguno de los dos habla o entiende servocroata. Al parecer, se encuentra en precarias condiciones de salud, aquejado de diabetes y enfermo del corazón y del hígado.

Se ruega enviar cartas cortésmente redactadas solicitando su liberación al jefe de Estado: Excelentísimo Veselin Djuranovic. Predsedriík Predsednistva SFRL Bulevar Lenjina, 2. Beigrado. Yugoslavia.

23 liberados

Se han cumplido dos años desde el primer día en que EL PAIS publicó un caso de uno de los prisioneros de conciencia que Amnistía Internacional tuviera adoptado. En total, cerca de 100 casos diferentes pertenecientes a las distintas ideologías y áreas culturales y económicas de más de 40 países. Todos ellos, privados de la libertad por ejercer sus derechos fundamentales, algunos tan sólo por su sexo o por su raza; ninguno tomó ni utilizó un arma, no abogó por la violencia ni incitó a los demás a que la practicaran. Todos ellos, injustamente encarcelados, y algunos, torturados.

La privación de libertad algunas veces se ha extendido a sus familiares. Con el tiempo, la situación ha empeorado para alguno de ellos, dañando su salud y deteriorando sus capacidades. Ha habido ocasiones en que los Gobiernos no han dado ninguna explicación de las detenciones. En muchos casos se les ha mantenido en prisión sin juicio, o por lo menos sin que éste se ajustara a las normas jurídicas internacionales. De todos los publicados por EL PAIS, 23 fueron puestos en libertad. Entre ellos se encontraban hombres y mujeres de distintas razas y de muy variadas profesiones y creencias: abogados, fontaneros, contables, políticos, etcétera. El período de tiempo transcurrido desde la publicación de su caso hasta su liberación varió desde un año hasta menos de una semana.

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