Un hermano de Tejero, al frente de la ultraderecha de Granada

La mayoría de los ultraderechistas más significados de Granada han mantenido reuniones en el domicilio particular del comandante de Infantería Ramón Tejero Moliña, de 48 años, hermano del ex teniente coronel condenado por el 23-F, y sobre quien está polarizada la actividad de la extrema derecha en esta provincia, según fuentes solventes de la policía. Los responsables policiales, acusados por el PCE de connivencias con la ultraderecha, no han conseguido resultado alguno en los numerosos altercados de orden público e incendios de sedes de partidos políticos adjudicados a sectores de la extrema derecha en los últimos años.

La cúpula de la Jefatura Superior de Policía de Granada, a cuyo frente se encuentra el comisario Juan José Lesmes, de 41 años, procede de la desaparecida Brigada Político-social, encargada de perseguir a los demócratas durante la dictadura franquista. Desde hace varios años la extrema derecha ha protagonizado en Granada numerosos altercados.Entre éstos se encuentran las agresiones, el pasado año, a personas que asistían a una representación de Els Comediants, y el sostenido recientemente por el subcomisario de la citada Brigada, Manuel Palomo Junco, de 40 años, quien, acompañado de varios ultraderechistas, obligó pistola en mano a cantar a los clientes de una güisquería el Cara al sol.

En los últimos años han sido incendiadas ocho sedes de partidos políticos y centrales sindicales y el cine Regio, cuando se proyectaba en la sala la película El caso Almería. Sorprendentemente, cuando la mayoría de los significados ultras granadinos son conocidos y amigos de algunos policías de la Brigada Regional de Información e identificados en fotografías publicadas en Diario de Granada agrediendo con palos a varios jóvenes, las investigaciones policiales nunca han obtenido resultado alguno.

Recientemente fueron relevados de sus puestos el jefe y tres miembros de la brigada, justamente el mismo día que el PCE anunciaba que presentaba una pregunta al ministro del Interior José Barrionuevo sobre la pasividad policial. Fuentes policiales de Madrid y de Andalucía consideran que, a pesar de estas destituciones, los funcionarios más significados por sus relaciones con la ultraderecha permanecen en suspuestos.

Este es el caso de los subcomisarios Ángel López Bailón, de 50 años, ex jefe del grupo de extrema derecha, y Francisco Fernández, de 52 años, jefe del grupo de extrema izquierda, a quien se considera el cerebro de la Brigada.

Estos dos subcomisarios proceden de la desaparecida Brigada Político-social, al igual que el jefe superior Lesmes, que estuvo destinado en la social de Valencia y posteriormente fue secretario particular del actual director general de la policía, Rafael del Río, cuando éste desempeñaba el cargo de jefe superior en aquella ciudad. El inspector de servicios y el secretario general, los comisarios Carlos Moreno Pintor y Ricardo I. Martín Maldonado, de 42 y 47 años, proceden también de la social.

El inspector José Luis García Navarro, de 39 años, perteneció primero a la social y estuvo después adscrito al CESID. Actual jefe de regional de informática este policía se infiltró durante la dictadura en el PCE a través de un amigo suyo de la infancia, lo que facilitó la caída de numerosos militantes comunistas. Su amigo, al conocer todo el caso, se suicidé, según fuentes policiales.

Uno de los ultras más significados de Granada es Carlos Jiménez Palanca, expulsado de Falange por violento y actual militante de Solidaridad Española, partido que lidera el ex teniente coronel Antonio Tejero Molina. También destacan José María Caballero, actual jefe de Falange; José Castro Ortega, Al Capone, militante de Solidaridad Española, y Francisco José Bolaños Pérez.