En defensa del comandante Patiño

Con dolor y vergüenza hemos leído la información que publicó EL PAIS sobre nuestro hermano José Luis Patiño y Arróspide, muerto en el accidente de aviación de Sondica. Al dolor por su pérdida en circunstancias tan trágicas se une la vergüenza ajena por el trato que han dado ustedes a su persona. Ha ordenado usted, o ha permitido, que sobre la conducta intachable de un hombre bueno y un buen profesional se descargue una serie de insidias, insinuaciones y acusaciones inventadas o imaginadas. Acusar de esa forma irresponsable a una persona muerta, que ya no puede defenderse y que entregó su vida en el ejercicio difícil y arriesgado de su profesión, le acreditan, señor director, como un periodista, en el mejor de los casos, frívolo y como un profesional que no cuida la veracidad en las informaciones, precisamente en una profesión que debe caracterizarse por un escrupuloso servicio a la verdad.Ese apresuramiento de ustedes al echar muertos sobre el muerto denota tal vez el propósito de ocultar algunas circunstancias que quizá no interesa sean reveladas o que puedan resultar desfavorables para terceros. Nuestro hermano, tan aristócrata de alma y de trabajo como de nacimiento, ya les habrá perdonado. Ya está lejos del alcance de las bajezas de este suelo. Pero los que llevamos su sangre tenemos la penosa obligación de decirle que las injurias vertidas sobre un hombre muerto son la más humillante acusación que otro hombre puede hacer contra sí mismo.

Nada más, señor director, aunque bastante más podríamos de- Pasa a la página 10 Viene de la página 9 cirle. Quizá su caballerosidad le permita todavía la publicación de esta carta en las columnas que recogieron tantas mentiras sobre nuestro hermano.- Borja Patiño, María Dolores Patiño y María Rosa Patiño.