Las diferencias sobre el acuerdo con Hussein demoran el Consejo Central de la OLP

El Consejo Central Palestino, órgano supremo entre congresos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que debía haberse reunido el fin de semana pasado en Argel para discutir y, eventualmente, aprobar el acuerdo Arafat-Hussein, ha sido pospuesto.El motivo para aplazar una reunión que debía preparar la convocatoria de un Consejo Nacional Palestino (Parlamento) extraordinario, parece ser la negativa del Comité Ejecutivo de la OLP -que agrupa a la propia organización de Yasir Arafat, Al Fatah; al Frente Popular de Georges Habache y al Frente Democrático de Nayeff Hawatmeh- a conceder un voto en blanco al líder de la OLP para seguir adelante con su plan de acción común con Jordania.

Como resultado de ese fracaso, en los medios palestinos se afirma ahora que el acuerdo entre el líder Arafat y el rey Hussein no era más que un gesto político destinado a suscitar reacciones, positivas por parte de Washington, con motivo del viaje a la capital norteamericana del rey Falid de Arabia Saudí.

Además, de las tres organizaciones que aún forman parte del Comité Ejecutivo de la OLP, el Frente Popular parece que no envió ningún representante a Túnez. Nayef Hawatmeh, del Frente Democrático, sí envió un delegado, pero criticó y denunció el acuerdo con Jordania antes de la reunión de Túnez. Las demás organizaciones apoyadas por Siria, Yemen del Sur y LIbia, que constituyen la llamada disidencia, denunciaron todas el acuerdo.

El fracaso de Arafat

La mayoría de las organizaciones palestinas estudiantiles, obreras y profesionales se han movilizado contra el acuerdo, cuya importancia para el pueblo palestino se comprende fácilmente, ya que admite la resolución 242 de las Naciones Unidas, que habla de los palestinos como un problema exclusívamente de refugiados, aunque sea bajo una fórmula ambigua, y admite una parcial delegación de la representatividad del pueblo palestino por Jordania.A pesar de este fracaso de Arafat, no todo parece estar dicho en relación con el acuerdo con Jordania y la apertura hacia una iniciativa de paz que preludia. Es muy posible que Yasir Arafat y sus partidarios, que ya convocaron un 17º Consejo Nacional Palestino en Arriman en noviembre pasado, del cual el líder de la OLP salió considerablementérefórzado y esas instancias dieron una mayor cabida a sus partidarios, puedan convocar un nuevo Consejo Nacional Extraordinario, del que resultaría un Parlamento palestino homogéneamente solidario con Yasir Arafat.

Asimismo, el acuerdo HusseinArafat, que va en la línea de las expectativas de los países árabes moderados, tal como fueron definidas en la cumbre árabe de Fez en 1982 -la paz con Israel y el reconocimiento a cambio de los territorios ocupados por Israel en el año 1967-, puede estimular a éstos a convocar una cumbre árabe y, si la oposición de Siria y de otros países árabes es demasiado ostensible, una cumbre árabe restringida.