Invitación a la adoración nocturna
El diario que usted dirige publicó el día 8 de febrero una carta de Carlos Solís en la que critica el editorial de EL PAÍS La vidente de El Escorial, de fecha 30 de enero último. En dicha carta hay frases que podían haberse omitido y con ello no haber herido los sentimientos religiosos de los que, como yo, somos católicos y adoradores nocturnos de Jesús Sacramentado.Me explicaré: respeto las creencias que pueda tener Carlos Solís, pero también es lógico que él respete las mías, ya que al tratar con la más notoria falta de respeto tanto la santa misa como la santa cruz, signos de nuestra redención, nos está ofendiendo a los católicos, que estamos convencidos de que sin el sacrificio de Jesucristo en la cruz, perpetuado en la santa misa, no tendría sentido nuestra vida.
En la santa misa no se transmuta nada, como erróneamete afirma Carlos Solís. Una mínima aproximación al tema le enseñaría la diferencia semántica y teológica entre aquella palabra y la adecuada de transustanciación.
Por otra parte, es paradójico que Carlos Solís rompa una lanza a favor de doña Amparo, lo que me parece muy bien, y, en cambio, no admita que los católicos sigamos fielmente lo que sabemos por la revelación, que es la palabra de Dios.
Referente a la pregunta que Carlos Solís se hace de que con quién charlamos los adoradores nocturnos, yo le contesto invitándole a que asista a alguna de nuestras vigilias, y sobre el terreno tenga la respuesta. En concrreto, cada primer viernes de mes puede, a las 11 de la noche, venir a la parroquia de San Hermenegildo, de
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la calle Fósforo, 4, donde encontrará unos cuantos hombres que, con cariño fraternal, le sacaríamos de dudas.-
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