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Críticas de los empresarios al Gobierno asturiano por la reconversión naval

La conflictiva reconversión del sector naval de la bahía de Gijón, radicalizada la pasada semana con el anuncio de los empresarios de no admitir un astillero privado con una plantilla superior a 501 trabajadores, entrará en los próximos días en una fase decisiva.

Mientras el presidente del Principado, el socialista Pedro de Silva, y el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), José Menéridez Prado, se acusan mutuamente de falta de flexibilidad y diálogo, Alianza Popular, ha anunciado que Manuel Fraga presentará una interpelación parlamentaria sobre el futuro de los astilleros gijoneses.

La resolución aprobada por Industria, con el apoyo de la UGT y del Gobierno regional, contempla la fusión de los tres astilleros privados gijoneses -Dique Duro Felguera, Marítima del Musel y Cantábrico y Riera- en uno solo, Naval Gijón SA, con una plantilla inicial de 742 trabajadores.

La patronal considera excesiva la plantilla resultante -975 empleados- y pide que se aclare cuál será su participación económica para la financiación de Naval Gijón, cifrada globalmente en más de 10.000 millones de pesetas.

Los sindicatos exigen que el nuevo astillero privado tenga dos divisiones. Una para reparación y desgüace, que acogería a trabajadores de Cantábrico y Riera, y otra para construcción de buques.

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