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El incierto futuro de Ceuta y Melilla

La amenaza de la 'cuenta atrás'

Ceutíes y melillenses coinciden en tener la sensación de que "aIgo está, cambiando" en ambas ciudades

Carlos Yárnoz

"¿Somos españoles o nos hemos convertido en una molestia"?", se preguntaba el pasado jueves Francisco Marqués, de unos 50 años, presidente de la Cámara de Comercio de Melilla. "Parece que se ha levantado la veda, y lo que está ocurriendo reviste las características de una campaña de mentalización para cambiar la actual situación", asegura Francisco Olivencia, concejal del Partido Demócrata Popular en Ceuta. Pocos ceutíes o melillenses hablan tan claro sobre su' futuro, pero términos como incertidumbre, desconfianza o temor se repiten cuando se pregunta si tienen la sensación de que en Ceuta y Melilla ha comenzado la cuenta atrás.

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CARLOS YÁRNOZ ENVIADO ESPECIAL, "España trabaja para Marruecos cuando reivindica Gibraltar, porque, si recupera el Peñón, nosotros recuperaremos Ceuta y Melilla", aseguraba el rey Hassan a un grupo de periodistas el 29 de abril de 1980. Sus más recientes declaraciones a TVE en esta misma línea, difundidas una semana después de la apertura de la verja, han desatado los nervios de la población española en ambas ciudades, sobre todo por la polémica desatada en torno a ellas. "Si supiéramos que Gibraltar iba a ser español en cinco años, aquí se produciría la desbandada. Nuestra esperanza es que lo de Gibraltar va para largo", comentaba Francisco Marqués en su tienda de Melilla.El inicio de negociaciones sobre Gibraltar, la decisión del Gobierno de que España permanezca en la OTAN, el próximo ingreso en la CEE, los planes de defensa para reducir unidades en Ceuta y Melilla y las últimas declaraciones del rey Hassan II y del comunista Santiago Carrillo han sido en los últimos meses las circunstancias coincidentes que, como reconocen las cerca de 40 personas consultadas estos días en Ceuta y Melilla, tienen consecuencias negativas para mantener la actual situación.

Por iniciativa de las fuerzas políticas y económicas, en Ceuta y Melilla se ha decidida esta semana crear comisiones para se con el presidente del Gobierno y con varios ministros para pedir aclaraciones concretas sobre el futuro de añmbas ciudades. En el caso de Ceuta, la mayoría de los concejales proponen hacer una sentada ante el palacio de la Moncloa si no hay una respuesta antes de una semana. "Se han dado cita esas circunstancias y, sobre todo, hemos visto un abandono del Gobierno, pero lo más grave es que nadie aclara nada", dice José María Campos, presidente de la Cámara de Comercio de Ceuta.

Respeto a la Constitución

Para los principales altos cargos de estas ciudades -todos ellos del PSOE-, la situación no es preocupante. "La suma de esos acontecimientos exógenos (CEE, OTAN, apertura de la verja y otros)", dice Manuel Peláez, delegado del Gobierno en Ceuta, "pueden dar esa sensación de inicio de cuenta atrás, pero son fenómenos irreversibles. El Gobierno español, que yo sepa, no piensa ir contra la Constitución, que contempla estas dos ciudades como españolas. No es objetivo", precisa Peláez, «decir que esto está abandonado, que se discrimina a estas ciudades. La Administración siempre las tiene en cuenta". Campos, sin embargo, recuerda, como ejemplo de ese abandono, el hecho de que desde octubre de 1982 no ha visitado Ceuta ningún ministro, secretario, de Estado ni subsecretario.

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Pero la evidente acción que estos días se vive en Ceuta y Melilla es un hecho más que se suma al malestar ya existente en los últimos años por el incremento de la población musulmana, sobre todo en Melilla, y por el deterioro económico, especialmente en Ceuta.

Como ejemplo, las fronteras. Paso fronterizo del Gurugú (Melilla), 9.45 horas del pasado miércoles. En el lado español, un cabo de la Guardia Civil nacido en Tetuán (Marruecos). En la parte marroquí, el cabo MeIilla, que sirvió más de 15 años en el Ejército español y ahora lo hace en el marroquí.

A lo largo de la mañana, centenare de marroquíes, sobre todo mujeres, cruzan a pie la frontera para trabajar o para hacer todo tipo de compras. Proceden de pequeños poblados de la provincia de Nador, enclavada en el Rif, la zona más deprimida de Marruecos. Los controles en los cinco pasos fronterizos -por carretera sólo el de Bení Enzar- son mínimos, y la economía melillense está basada casi exclusivamente en las compras que, desde sacos de cemento o harina hasta todo tipo de alimentos o medicinas, realizan diariamente los marroquíes.

Melilla, con 12,5 kilómetros cuadrados de extensión -mas de la mitad de uso exclusivo militar-, tiene, según el censo oficial revisado el pasado día 14 en el Ayuntamiento, 52.046 habitantes de nacionalidad española y 12.073 de otras nacionalidades. Sin embargo, y a pesar de estos datos oficiales, la propia Delegación del Gobierno en la ciudad reconoce que en Melilla viven alrededor de 20.000 musulmanes -los llaman marroquíes, aunque muchos no lo son, o directamente moros-, de los que al menos 2.500 o 3.000 no tienen ninguna documentación ni están censados en lugar alguno.

Sólo unos 4.000 musulmanes de Melilla tienen documento nacional de identidad español. Es el caso de Aomar Mohamedi Duddu, de 34 años, nacido, como sus padres y abuelos, en Melilla, economista, que se considera "discriminado y muchas veces humillado". Entre 6.500 y 7.000 musulmanes sólo tienen, aunque hayan nacido en Melilla, la llamada tarjeta estadística, que sólo sirve como documento identificador, pero no da derecho a la nacionalidad ni al seguro de desempleo. Es el caso de Hamed Ben Alí, de 59 años, para quien esa, tarjeta es solamente "una chupa de perro". Entre los indocumentados figura, por ejemplo, Moham Mohamed Alí, de 35 años, nacido en Melilla, expulsado en varias ocasiones tanto de Melilla como de Marruecos.

La visión del problema de este colectivo por parte de los españoles cristianos -llamados así para distinguirlos de los españoles musulmanes- es totalmente diferente. El propio alcalde de la ciudad, Gonzalo Hernández, del PSOE, dice que el incremento de musulmanes "es un problema fundamental para el futuro de la ciudad. Aplicar la ley -con la consecuente expulsión de indocumentados- sería un caos para las relaciones con Marruecos, pero creo que hay que hacerlo", precisa el alcalde. 'Creemos que la muerte de Melilla

puede venir por una excesiva marroquinización", asegura Juan Diez de la Cortina, dirigente del Partido Nacionalista de Melilla, grupo considerado como el más radical en este aspecto. "Si, como está ocurriendo, disminuye la población de españoles y aumenta la de los moros, puede darse el caso de que en unas elecciones saliera un alcalde marroquí", precisa Marqués.

De hecho, en Melilla tienen ahora derecho al voto 2.700 musulmanes de nacionalidad española. En las siguientes se estima que votarán 3.200. Si todos votaran a un candidato musulmán -hasta ahora nunca ha habido un candidato musulmán, aunque el PSOE cuenta con 12 afiliados, algunos de ellos, como Aomar, en lugar destacado-, conseguirían cuatro concejales de los 25 que tiene el Ayuntamiento.

Los españoles consultados ponen de relieve que anualmente pasan a Melilla centenares de mujeres marroquíes que, debido a las condiciones sanitarias de Nador, prefieren dar a luz en Melilla, con lo que sus hijos quedan registrados en esta ciudad. "Desde mi cargo de alcalde no mantengo estas actitudes, pero desde el punto de vista humanitario, sí", afirma el alcalde. Los españoles cristianos, como Marqués, afirman que los musulmanes se sienten marroquíes, pero Aoinar, dirigente de la Asociación Cultural Terra Omnium, asegura que la comunidad musulmana y esa misma organización persiguen únicamente "la convivencia conjunta".

La gasolinera del Estrecho

En Ceuta, con 19,5 kilómetros cuadrados de extensión -casi dos tercios de superficie de exclusivo uso militar-, está censada una una población de derecho de 68.822 habitantes, de los que sólo 55.857 poseen la nacionalidad española; 1.450, la marroquí, y 350, la india, mientras 12.567 -8.333 adultos y el resto niños- están sujetos al único control de la tarjeta estadística, que en esta ciudad da derecho al seguro de desempleo. La población de ilegales o fluctuantes se aproxima a los 600, según el delegado del Gobierno, Manuel Peláez, quien asegura que "de cada 10 marroquíes residentes, ocho anhelan que esto sea Marruecos", si bien el problema no preocupa tanto como en Melilla.

Al contrario que en Melilla, la economía de Ceuta no depende del comercio con Marruecos, sino del realizado con los visitantes y con los cerca de 11.000 barcos que anualmente repostan en el puerto. En los años setenta, Ceuta se convirtió en un gran bazar, con cerca de 350 establecimientos dedicados a la venta de todo tipo de aparatos electrónicos de precios sensiblmente inferiores a los de la Península por tratarse de una zona franca. Ahora, en cambio, sólo quedan unos 115 bazares, según Rafael Montero Palacios, presidente de la Asociación de Empresarios del Bazar. "Estamos en una crisis terrible", afirma, "que aumentará con la apertura de la verja".

A finales del pasado año, el Ministerio de Asuntos Exteriores pidió a la Cámara de Comercio de Ceuta que realizara un estudio sobre las repercusiones de la apertura de la verja. "En el caso de que se lleve a efecto la plena apertura, autorizándose la introducción de artículos adquiridos en Gibraltar mediante la aplicación del régimen aduanero de viajeros, los perjuicios para Ceuta serán de una magnitud tal que equivaldrían a condenar a esta ciudad prácticamente a la miseria", se decía en la respuesta a Exteriores.

Ceuta recibió el año pasado 1.200.000 visitantes, y la Cámara de Comercio estima que unos 700.000 llegaron a la ciudad atraídos solamente por los bajos precios en los bazares, pero que tenían que pagarse el viaje de ¡da y vuelta en el transbordador -ahora cuesta 2.000 pesetas-, por lo que los ceutíes entienden que esos compradores irán ahora a Gibraltar, zona franca igualmente, en la que algunos productos, como las cintas de vídeo o los aparatos electrónicos, ya son más baratos que en Ceuta.

La reducción de efectivos militares en Ceuta y Melilla también repercutirá en este sector, según cree Campos, que estima que cada grupo de 100 soldados -con las correspondientes visitas que reciben- representa para la ciudad una inversión anual de unos 85 millones de pesetas, cifra que se multiplica por 15, ya que está previsto que abandonen Ceuta dentro del plan META unos 1.500 militares de los cerca de 11.006 allí destinados.

Con el hundimiento del sector del bazar, la principal y casi única fuente de ingresos para Ceuta será el puerto, donde sólo en 1983, y también debido a los precios rebajados, se suministraron a los buques 337.685 toneladas de combustibles, 8.302 de hielo y 86.499 de agua. El movimiento comercial en el puerto por estos conceptos se estima en unos 300 millones de dólares (cerca de 54.000 millones de pesetas). Ceuta se convierte así, en palabras de Campos, en la gran gasolinera del Estrecho", si bien considera que el Estado debe compensar a la ciudad, mediante inversiones de distinto tipo, por los perjuicios para los bazares derivados de la apertura de la verja. Las autoridades ceutíes, sin embargo, insisten en que también los propios empresarios de la ciudad -unos 1.200- deben invertir en la ciudad, "en lugar de coger sus ahorros y comprarse un chalé en Marbella".

'Banderita, tú eres roja'

Tanto el presidente de la Cámara de Comercio como el de los empresarios de bazares entienden que el estatuto de autonomía para la ciudad -que no se llamará "de autonomía"- puede solucionar muchos de los problemas económicos. El delegado del Gobierno asegura que el estatuto estará aprobado antes de que concluya este año, pero duda de esas repercusiones económicas.

Con todos estos problemas, "Ceuta y Melilla son dos aspirantes a la cordura o al sacrificio colectivo", decía Juan Pando en un artículo publicado el pasado 19 de noviembre en este periódico y recortado en todos los despachos oficiales de Ceuta y Melilla. "España debe sorprenderse a sí misma y ofrecer negociaciones al Gobierno marroquí", se decía en ese artículo, que sorprendió en Asuntos Exteriores, donde un alto funcionario preguntaba si Pando, investigador y especialista en temas de defensa, era un seudónimo de Fernando Morán. La postura del articulista sólo ha sido defendida en Ceuta y Melilla por José María Sánchez Jáuregui, portavoz de CC OO en Melilla, quien afirma: "Cada vez que Hassan dice algo, aquí se canta Banderita, tú eres roja y se quedan las conciencias tranquilas".

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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