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Europa, España y el veto griego

Cuando tras el último Consejo Eutopeo en Dublín se había desbloqueado el capítulo vinícola y parecía abierto el umbral de la Comunidad para España y Portugal, un nuevo obstáculo se interponía en el camino: Grecia hacía público el anuncio de que utilizaría su derecho de veto si la Comunidad no mantenía sus compromisos, reiterados con ocasión de cada cumbre, de desbloquear las sumas necesarias para el desarrollo de los programas mediterráneos integrados, destinados a facifitar la adaptación de las zonas meridionales de la CEE a las consecuencias de la ampliación. (...)Tanto la República Federal de Alemania como el Reino Unido, que desean la integración española, deberán decidirse a pagar el precio de la ampliación. Italia, que ostenta la presidencia de la CEE desde el mes de enero, jugará un papel decisivo el desbloqueo de este asunto. (...) Pero incluso si, como cabe esperar, la Comunidad llega a algún tipo de compromiso financiero, esto no la dispensará de tener que afrontar problemas institucionales. (...)

La decisión griega ilustra perfectarriente la necesidad de tales refórmas, no para imponer la ampliación del Mercado Común, a pesar del veto griego, lo que es jurídicamente imposible, sino para que se pueda controlar mejor a los diez tras la ampliación. Los países miembros deberían darse cuenta de que no pueden desear la entrada de España, rechazar hoy los créditos a los griegos y mañana a los españoles, y aferrarse al principio de unanimidad, tanto en las grandes como en las decisiones menores. Y no pueden pretender las tres cosas al mismo tiempo. En un momento era concebible que una Comunidad relativamente homogénea, como la de los seis, progresase gracias a sucesivos package-deals, cada uno de los cuales paralizaba cualquier decisión hasta que los intereses respectivos fueran tenidos en cuenta. Entre los diez socios actuales de la Comunidad, este procedimiento ya precisa una fuerte dosis de acrobacia. En la Europa de los doce, será absolutamente imposible seguir por ese camino. (...)

12 de febrero

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